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El Ejército quiere asumir mayor protagonismo en la lucha contra el terrorismo y el narcotrafico

Miguel González

Los responsables militares de las Fuerzas Armadas pretenden incluir el narcotráfico, el terrorismo, las grandes migraciones y las catástrofes ecológicas entre los nuevos "riesgos" para la seguridad nacional. Así figura en los borradores de la nueva Directiva de Defensa Nacional, el documento básico de la política de paz y seguridad, que Defensa tiene casi concluida. Los altos cargos políticos del departamento ven, sin embargo, con recelo la inclusión de estos "riesgos" en el texto, por temor a que se entienda como una "militarización" de la lucha contra el narcotráfico o el terrorismo.

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El ejemplo americano

Aunque sólo tres de las 10 acciones generales que se deducen de la Directiva de Defensa Nacional vigente corresponden al Ministerio de Defensa, mientras que las demás corren a cargo de otros departamentos, el ministerio que dirige Julián García Vargas es responsable de la coordinación de todas ellas, por lo que tiene un indudable protagonismo en la consecución de los objetivos estratégicos fijados por el documento.Destacados mandos militares argumentan que el terrorismo, el narcotráfico, las catástrofes ecológicas y las grandes migraciones constituyen amenazas más reales para la seguridad nacional que una hipotética agresión bélica, y que las Fuerzas Armadas ya colaboran, aunque de forma subsidiaria, en la neutralización de las mismas.

La colaboración del Ejército en la extinción de los incendios forestales o en la ayuda a los damnificados por las inundaciones es el ejemplo más evidente, según expertos militares; pero también participa en el combate contra el terrorismo, mediante la vigilancia de instalaciones estratégicas en momentos críticos, como las citas electorales; y en la neutralización del narcotráfico y la inmigración ilegal, prestando pilotos al Servicio de Vigilancia Aduanera o ayudando al control de las aguas costeras con los buques de la Armada.

Los mismos expertos subrayan que el debate sobre los "nuevos riesgos" no es privativo de España, sino que está abierto en todos los países de la OTAN, como consecuencia de la desaparición de la "amenaza principal", identificada hasta ahora con la Unión Soviética.

Otros responsables políticos advierten, sin embargo, que es en los países latinoamericanos con unas coordenadas políticas muy distintas a las de España donde se está planteando realmente la participación en la lucha contra el narcotráfico de ejércitos volcados en el pasado en la represión de las guerrillas de inspiración marxista.

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Inestabilidad

Todas las fuentes consultadas coinciden en que la nueva Directiva de Defensa Nacional, que el presidente del Gobierno podría promulgar antes de fin de año, una vez que reciba el visto bueno de la Junta de Defensa Nacional, presidida por el Rey, debe partir de la nueva situación nacida de la disolución del Pacto de Varsovia y del desmoronamiento del imperio soviético, así como prever, en la medida de lo posible, la futura evolución de un panorama internacional caracterizado por la extrema fluidez de los acontecimientos.Descartada la "amenaza tradicional", un ataque por sorpresa desde el otro lado del ya inexistente telón de acero, la "inestabilidad" es el mayor factor de riesgo para el mundo occidental, en el que se incluye España.

La crisis económica, los enfrentamientos interétnicos, el renacimiento de los nacionalismos y la dispersión de armas de destrucción masiva son elementos que alimentan la inestabilidad en los países del centro y este de Europa, así como en la ex Unión Soviética, según los análisis del Ministerio de Defensa. En el Magreb, zona de especial preocupación para España, hay que sumar a los citados el auge del fundamentalismo religioso y la presión demográfica.

Los expertos militares se basan en este análisis para argumentar que las grandes migraciones, procedentes de los antiguos países comunistas o del norte de África, el terrorismo (nacional o importado) y las crisis locales, susceptibles de adquirir grandes dimensiones si las partes cuentan con armas nucleares o químicas, son las consecuencias mas inquietantes que podría tener la actual inestabilidad.

Nueva doctrina de la OTAN

La nueva doctrina de la OTAN contempla en esta situación convertir la capacidad de prevención y gestión de crisis, con medios diplomáticos y fuerzas de reacción rápida, en objetivo prioritario.La Directiva de Defensa Nacional, punto de arranque de un nuevo ciclo de planeamiento de la defensa, que en 1992 dará lugar a la revisión del Plan Estratégico Conjunto (PEC), deberá tener en cuenta no sólo los objetivos de la política española de seguridad, que sitúa en primer plano el "contribuir a perfilar una identidad europea de defensa", sino también los limitados recursos económicos y humanos a disposición de las Fuerzas Armadas en los próximos años.

En todo caso, el debate que actualmente existe en el seno del Ministerio de Defensa se trasladará al Parlamento, ya que el titular del departamento, Jullán García Vargas, ha prometido consensuar con la oposición al menos parte de la directiva, que hasta ahora se guardaba en el más celoso secreto.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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