Mentira u omisión
No puedo decir que ustedes vayan contando mentiras. Sería mentira. Pero ustedes no cuentan toda la verdad. Omiten. No puedo creer que EL PAÍS omita por ignorancia. Así que sospecho omite por intereses creados.El patetismo, el sensacionalismo y el realismo cruel de las seis páginas dedicadas el 13 de octubre pasado al tema de la droga nos lo encontramos los ciudadanos de a pie cada día en cada esquina. Ustedes lo han sabido retratar. Aunque se les ha olvidado mencionar (¡pero qué olvidadizos!) la palabra: antiprohibicionismo.
¿Acaso no me queda más que resignarme con las pocas líneas de protesta -que tal vez ustedes no publiquen jamás- para rebatir sus seis páginas?
1. ¿Por qué no dicen ustedes que a la mafia le encanta enriquecerse con la droga prohibida?
2. ¿Por qué no dicen ustedes que las cárceles están llenas de toxicómanos y camellos, pero que los peces gordos están, libres, se enriquecen mercadeando con la vida de sus víctimas?
3. ¿Por qué no dicen que lo que la policía decomisa no es ni la décima parte de lo que ronda por el mundo?
4. ¿Por qué no dicen que el prohibicionismo ha fracasado, como fracasó en su día la ley seca en los EE UU de Al Capone?
5. ¿Por qué no informan de que existe una alternativa llamada antiprohibicionismo (legalización y distribución controlada de drogas, como sucede con los psicofármacos) que está luchando por abrirse camino, desmantelar la mafia, frenar el sida y ayudar de verdad a los toxicómanos?
6. ¿Por qué no dicen ustedes que existe un diputado europeo antiprohibicionista llamado Marco Taradash, secretario de la Coordinadora Radical Antiprohibicionista (Cora), asociada al Partido Radical Transnacional, que lucha contra viento y marea?
7. ¿Por qué?-
Diputada del Parlamento Europeo. Presidenta del Partido Radical Transnacional.
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