La mesa negociadora de Hunosa se reúne hoy para discutir el plan de futuro

La mesa negociadora del plan de futuro de Hulleras del Norte (Hunosa), compuesta por los sindicatos SOMA-UGT y CC OO y representantes de la empresa, se reúne hoy para estudiar los distintos componentes. del plan e intentar llegar a un acuerdo. No obstante, la proximidad de la fecha, convocada para la huelga general -el miércoles día 23- hace improbable que el acuerdo salga de la reunión de hoy, para la que ha puesto mucho empeño el PSOE.

El plan de futuro de Hunosa ha centrado la atención en Asturias desde que se anunció. El drástico ajuste elaborado por la dirección de la empresa ha hecho reaccionar a la contra a todas las fuerzas sociales y políticas de la región. En el PSOE, que tiene en Asturias a uno de sus feudos tradicionales, la presión ha llegado a tal punto que ha hecho enfrentarse a los miembros de su ejecutiva y en concreto al secretario general, Felipe González, con el vicesecretario general, Alfonso Guerra. El primero defiende la necesidad de ajustar la plantilla y la actividad de Hunosa, mientras que Guerra se alinea más con las tesis de los socialistas asturianos de tocar lo mínimo la estructura de la empresa minera.

Cierre de pozos

La dirección de Hunosa, y su accionista, el INI, propone el cierre de nueve de los 23 pozos y la reducción de la plantilla en 5.950 empleos -en realidad, la reducción es de 6.600, aunque contempla también la incorporación de 650 nuevos trabajadores-. Esto signi ica un recorte de una tercera parte sobre los 17.500 empleados actuales. El plan supone unos gastos de 250.000 millones de pesetas y una jubilación anticipada de edad media de 55 años. Según Hunosa y el INI, éste es el mínimo recorte a realizar para mejorar mínimamente la rentabilidad y, a la vez, cumplir los objetivos exigidos por la CE en cuanto a empresas con contratoprograma, como es el caso de Hunosa. La propuesta de Hunosa, sin embargo, no ha encontrado ningún apoyo en Asturias. Incluso, el Parlamento aprobó una proposición no de ley para rechazar el plan. Mientras el INI mantiene su propuesta, los sindicatos quieren introducir varias modificaciones, entre las que destaca, según fuentes implicadas en las negociaciones, que se eleven a 2.000 los trabajadores incorporados, con lo que la reducción sería de 4.500 trabajadores.

Los sindicatos -CC OO y UGT actúan unidos- piden también que Hunosa pueda ser importadora de carbón, que se aproveche su carbón en centrales térmicas propias que puedan suministrar a la red general, que el BCI asuma créditos por 35.000 millones de pesetas como acciones y que la Seguridad Social soporte el coste de los vales (cupo de carbón a que el minero tiene derecho gratuitamente).