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La justicia francesa condena a ocho personas a penas de entre 1 y 16 años por su implicación en el asesinato de Samuel Paty

El profesor francés, que mostró unas caricaturas de Mahoma en clase, fue decapitado en octubre de 2020 por un islamista tras meses de ciberacoso

La hermana de Samuel Paty, Gaëlle Paty (centro), hablaba con los medios de comunicación en el juzgado tras el anuncio de la sentencia sobre la decapitación de su hermano, en París, el viernes 20 de diciembre.
La hermana de Samuel Paty, Gaëlle Paty (centro), hablaba con los medios de comunicación en el juzgado tras el anuncio de la sentencia sobre la decapitación de su hermano, en París, el viernes 20 de diciembre.CHRISTOPHE PETIT TESSON (EFE)

Un tribunal especial de París condenó el viernes a ocho personas acusadas de complicidad en el asesinato del profesor Samuel Paty a entre uno y 16 años de cárcel. El docente fue decapitado en octubre de 2020 por un islamista en plena calle mientras salía de su escuela secundaria y se dirigía a su casa. Su historia ha marcado profundamente a la sociedad francesa en los últimos cuatro años. Entre los condenados figuran los dos amigos del autor material de los hechos, el checheno Abdulakh Anzorov, quien fue abatido por la policía el mismo día del ataque. También el predicador integrista y el padre de una alumna que orquestaron una campaña digital de odio contra el maestro de historia y geografía. Las sentencias fueron más duras que las que había solicitado la Fiscalía.

Los ocho enjuiciados —siete hombres y una mujer— estaban sentados en el banquillo desde el mes de noviembre, acusados de brindar asistencia al autor del asesinato y organizar una campaña de odio digital contra Paty. La pena más alta la recibieron los dos amigos de Anzorov, nacido en Moscú en 2002, y que vivía a 60 kilómetros del instituto de Conflans-Sainte-Honorine, un municipio de 35.000 habitantes al noroeste de París. Naïm Boudaoud y Azim Epsirkhanov fueron condenados por complicidad en el asesinato del docente. Tenían entonces 22 y 23 años respectivamente, y acompañaron al asesino a Rouen, en el oeste de Francia, para comprar un cuchillo que fue encontrado en la escena del crimen.

Varias personas rendían homenaje a Samuel Paty frente al colegio Bois d'Aulne, en el municipio de Conflans-Sainte-Honorine, cercano a París, el 20 de octubre de 2020.
Varias personas rendían homenaje a Samuel Paty frente al colegio Bois d'Aulne, en el municipio de Conflans-Sainte-Honorine, cercano a París, el 20 de octubre de 2020.Samuel Boivin (NurPhoto/Getty Images)

En las sesiones del juicio, ambos repitieron que Anzorov les había dicho que el cuchillo era “un regalo” para su abuelo. El día del ataque, el 16 de octubre de 2020, Boudaoud también acompañó al autor del asesinato a una tienda de pistolas y lo dejó cerca de la escuela donde Paty daba clases. En aquel momento estaba ya en marcha una campaña viral contra el docente, acusado falsamente de excluir a alumnos de una clase sobre libertad de expresión, en la que mostró caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario Charlie Hebdo. La revista satírica sufrió un ataque terrorista en enero de 2015, cuando dos hermanos irrumpieron en el edificio que albergaba el periódico y abatieron a 12 personas, incluidos ocho miembros de la redacción.

Cinco años después, Aznorov se plantó en la escuela de Paty, pidió información a unos alumnos para que le ayudasen a reconocer a su objetivo y perpetró el salvaje asesinato. La muerte del profesor, de 47 años, conmocionó a Francia. Varias calles, plazas y escuelas llevan ahora su nombre. El primer juicio, celebrado el año pasado, se centró en los menores que facilitaron el acceso y la información al autor de los hechos para perseguir al docente y asesinarlo. Seis de ellos fueron condenados a penas de entre 6 y 14 meses de prisión por su implicación en el asesinato.

Campaña de odio en redes

Además de los dos acusados de complicidad en el crimen, el tribunal de París condenó también a 15 y 13 años de cárcel a Abdelhakim Sefrioui, un predicador integrista, y a Brahim Chnina, el padre de una alumna. Ambos orquestaron la campaña digital de odio contra el maestro y acudieron a la escuela una semana antes del crimen para amenazar al profesor y protestar por su comportamiento.

La hija adolescente de Chnina había sido expulsada unos días del centro por mal comportamiento. Ante sus padres, se inventó la excusa de que había sido castigada por encararse con Paty después de que este supuestamente hubiera invitado a los alumnos musulmanes a salir del aula. Era falso. El padre de la alumna, junto con el predicador integrista, difundió la mentira por redes sociales y foros islamistas, desencadenando una campaña de odio que resultaría letal.

Durante el juicio, aseveró que lo que hizo fue “irreparable” e “imperdonable”, y lamentó haber creído a su hija. El profesor, en realidad, sugirió a quien no quisiera mirar las caricaturas del profeta que cerrase los ojos, desviase la vista o se ausentase brevemente del aula.

Las condenas fueron menores para otros imputados, acusados de provocación al terrorismo al propagar mensajes islamistas a través de redes sociales y de haber estado en contacto con Anzorov. Ismail Gamaev, el único que reconoció su culpabilidad, fue condenado a cinco años de cárcel con 30 meses exentos de cumplimiento. Priscilla Mangel a tres años de cárcel; Louqmane Ingar, a tres años de prisión, dos de ellos exentos de cumplimiento, y Yusur Cinar a un año de prisión.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) había solicitado penas de entre 18 meses y 16 años de prisión para los ocho acusados. Tras las sentencias, Thibault de Montbrial, el abogado de Mickaëlle Paty, una de las hermanas del profesor, declaró: “Esta noche, es la República la que ha ganado”.

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