Un tercio de los parados tiene "disponibilidad baja" para trabajar, según un sondeo del Inem

Una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Empleo (Inem) entre 17.311 parados revela que casi una tercera parte (el 31,46%) tienen una "baja disponibilidad" ante la oferta de un puesto de trabajo. El 46,08% tiene una "disponibilidad normal" y el 22,46% dice contar con una "disponibilidad alta" si le ofrecen un empleo. El colectivo de gente poco dispuesta para el trabajo lo integran mayoritariamente jóvenes de hasta 24 años y mayores de 45 años. Los más jóvenes alegan menor diponibilidad por "razones de estudio, incorporación al servicio militar y otros motivos. coyunturales; mientras que la de los mayores está justificada, sobre todo, por motivos de prejubilación". La más alta disponibilidad para aceptar un empleo está entre el colectivo con edades comprendidas entre los 25 y 35 años, de los que el 25,06% reconoce un grado alto de disponibilidad y un,17,09% dicen tenerla "normal".

De los parados que llevan más de un año sin trabajo, sólo el 24,17% reconoce alta disponibilidad ante una posible oferta de empleo y el 28,5% declaran una disponiblidad "baja". De los que llevan menos de un año en paro sólo el 21,74% dicen tener alta disponibilidad. Entre los que no cobran ningún tipo de subsidio de desempleo., son más los que no tienen urgencia de un puesto de trabajo (33,08%) que los que sí están dispuestos (23,10%).

Por sectores, el que cuenta con más parados que ponen condiciones es la industria (un 33,10%), seguido de los servicios (con el 29,24%), y en tercer lugar la construcción (28,52%). Del sector que busca su primer empleo sólo el 20,89% tiene una actitud "alta" para aceptarlo y el 35,40% no muestra ninguna urgencia para aceptarlo. "Los demandantes de primer empleo son los menos disponibles", destaca el estudio.

Esta encuesta se encuadra dentro del plan de clasificación, calificación y orientación profesional que el Inem diseñó en 1988 para lograr una gestión activa del empleo y que se puso en marcha a lo largo de 1990 y cuyos resultados se dieron a conocer este año. Este estudio está compuesto por tres fases: la clasificación de demandantes, la calificación profesional y la orientación e información profesional.

Entre las conclusiones se dice que "en general el grado de implantación [del plan] es moderadamente satisfactorio". También se reconoce "una desigual distribución territorial de las diferentes acciones y con una fuerte infrautilización técnica de los recursos humanos: casi la mitad de los técnicos contratados no trabajan, o lo hacen de forma esporádica, en las tareas para las que fueron contratados". Además, la mitad de los locales utilizados para la "orientación profesional" eran ajenos a las oficinas de empleo.

Para completar el estudio el Inem consideró necesario "obtener un perfil de la demanda del empleo" para "conocer quién es quien" y las "características reales de los demandantes y utilizarlas en la gestión posterior", según dice el informe. El objetivo inicial era realizar 20.000 entrevistas pero no pudo ser así porque cuatro direcciones provinciales no hicieron el trabajo de campo encargado y otras tres enviaron los resultados fuera de plazo.

Según el informe, "la disponibilidad es un indicador que fija en tres niveles (alto, normal y bajo) la actitud del demandante ante el empleo ofertado, en función de sus comportamientos en la búsqueda del mismo y situaciones personales y familiares concretas".