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Decepción en Cuba ante las escasas reformas anunciadas en el congreso del partido comunista

Los escasos síntomas de cambio surgidos hasta ahora dentro del Partido Comunista Cubano en su cuarto congreso, como la reducción de la carga burocrática o la apertura de la militancia a los creyentes, causan desesperación en vez de ilusión en el resto del país, abrumado por el dramático panorama expuesto, por Fidel Castro el día anterior en cuanto a la actual despensa cubana y el estado real de sus necesidades.

El cuarto congreso, reunido en Santiago de Cuba, aprobó el viernes la entrada de cristianos en el partido y daba ejemplo de la lucha contra la burocracia -uno de los principales males del país junto con el absentismo laboral- aplicando la medida en su propia casa al eliminar a todos los suplentes de los órganos de dirección y a ciertos organismos ineficaces en los últimos tiempos dentro del partido único. Con ello se pretendía, según reza textualmente la resolución previamente discutida y que fue aprobada por unanimidad, "reducir la carga burocrática en los diferentes niveles, fortalecer la autonomía de los núcleos y agilizar métodos y mecanismos que norman la vida interna del partido". Y también procurar "hacer cada vez más eficaz la gestión del partido y, al mismo tiempo, profundizar y ampliar la democracia interna".Ni esta decisión, probablemente más tenida en cuenta por los observadores políticos si se hubiera puesto en marcha en 1986 con el tercer congreso y el inicio entonces de la perestroika en vez de ahora, ni tampoco la de dar entrada a los creyentes en el partido, cuando han sido los propios creyentes con militancia los que la han defendido, han calado en el pueblo.

Nivel cero de provisiones

En muchos hogares cubanos, los padres de familia se llevaron las manos a la cabeza el jueves cuando conocieron, a través de la larga alocución de Castro, que el país se encontraba a nivel cero de provisiones. Por primera vez, el ya de por sí entristecido cubano añadía a su pasiva forma de contemplar el desarrollo de los acontecimientos el componente de la preocupación inmediata.A la terrible lista de problemas que se le plantea a Cuba, como la soledad política, el rechazo internacional, deudas que no se pagan, expectativas de venganza o despensa vacía, se une ahora una nueva incertidumbre al ver que la Unión Soviética, que lo conseguía prácticamente todo para la isla, se aleja. Si algo se le agradece en estos días a Castro, todavía un líder carismático para la mayoría del país, es que ha sido sincero al ofrecer al pueblo el estado de la situación del país después del alejamiento ideológico de la Unión Soviética de Cuba. Pero en la calle lo que se reclama son soluciones y no simples exposiciones que se basen en esa resistencia numantina que se esparce por los pasillos del teatro Heredia de Santiago de Cuba.

La entrada de cristianos en el partido comunista tiene en sí misma importancia porque significa un avance reformista en la concepción de la única organización que existe en el país y que hasta ahora exigía profesarse ateo a aquellos ciudadanos que pretendían influir en las decisiones políticas del país.

Sin embargo, esta misma resolución reitera la necesidad de combatir de modo más resuelto la exaltación de la ideología burguesa y el individualismo pequefioburgués, al tiempo que proclama que la militancia comunista debe luchar contra el escepticismo, la falta de fe en el socialismo, las tendencias liberaloides, el derrotismo, el oportunismo, la simulación, la doble moral y las conductaédelictivas y antisociales.

Todo esto coincide con algunos análisis diplomáticos que apuntan que el partido lo que pretende es ya no ler la vanguardia del proletariado o la élite dirigente de la revolución, sino una especie de movimiento de salvación nacional en que la ideología comunista imperante cedería parte en favor del patriotismo. Pese a ello, el documento en el que se ha debatido la entrada de cristianos y el combate a la burocracia plantea que el objetivo supremo del partido es la revolución, la edificación socialista y la inclaudicable adhesión al ideal cornunista".

[La Asociación Cubano Española difundió ayer un comunicado en Madrid en el que declara inconstitucional el IV Congreso del Partido Comunista Cubano "por la represíón desatada en el país con la ex:pulsión de periodistas españoles, -un atentado contra la libertad de expresión-; y la detención de 15 disidentes cubanos opositores al régimen dictatorial de Fidel Castro, cuando su único delito es pedir democracia para Cuba".]

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