El Papa aprueba una nueva constitución para zanjar la disputa entre las carmelitas

El papa Juan Pablo II aprobó ayer una nueva constitución para la orden de las Carmelitas Descalzas, con la que pretende zanjar el conflicto interno que vive esta congregación de monjas desde el Concilio Vaticano II.Una nueva norma experimental adoptada en aquellos tiempos de renovación eclesiástica dividió a la comunidad carmelita entre reformadoras y tradicionalistas, cuando 92 de los 800 conventos que la integran pidieron el mantenimiento de la constitución antigua. Esta reacción de un sector minoritario de las monjas se produjo en los años ochenta.

En diciembre, el Papa autorizó a las monjas que rechazaban el cambio a seguir sus normas tradicionales. Ayer aprobó una nueva constitución, elaborada tras consultas con los monasterios, que pretende incorporar las indicaciones del Concilio. No obstante, la Iglesia sigue dejando a los conventos de carmelitas plena libertad para que se rijan por la antigua o la nueva morma. "Ambos textos quieren ser una fiel interpretación de las reglas de la fundadora de la orden, santa Teresa de Ávila. Las diferencias derivan más bien de los modos de interpretar su adaptación a las condiciones mutantes de los tiempos", afirma Juan Pablo II.