El Ayuntamiento revisa el Monopoly
El concejal de Hacienda ha cambiado el Monopoly. Las viejas áreas de negocios y comercio, como Gran Vía y Velázquez, y los tradicionales focos de vida nocturna (Montera, Hortaleza o Fuencarral) ya no son calles de primera categoría fiscal. El centro se desplaza hacia las nuevas zonas de moda, donde será más caro mantener un establecimiento, como los alrededores del Retiro o la trasera del palacio de Linares. Unas 110 calles (el 80%) bajan de primera división.
La progresiva degradación del centro de la ciudad se reflejará en el recibo del impuesto sobre actividades económicas que el próximo año pagarán profesionales y comerciantes y que depende, entre otros factores, de la categoría de la calle donde se hallen establecidos. El Ayuntamiento ha revisado el índice fiscaI de las 14.000 vías madrileñas y ha depreciado un 80% de las que figuraban en la primera categoría.Los técnicos de la concejalía han tenido en cuenta varios factores para depreciar o revalorizar una calle: la distancia de los centros económico-sociales, la accesibilidad por transporte público, la calidad de: los servicios urbanos, la demanda, las previsiones del nuevo plan general y otros datos económicos que repercutan en el mercado.
El espejo de Madrid
Con estos criterios, sólo han conservado su categoría unas 30 calles de primera división: Alcalá (entre los números 44 y 121), Capitán Haya, plazas (le Castilla, Cuzco y Lima; Gran Vía (sólo el tramo más cercano a Cibeles), General Yagüe, Orense (entre los números 1 y 28), paseos de Recoletos y del Prado (entre el 1 y el 6) y Marqués de Villamagna y Villamejor, entre otras.La devaluación de la Gran Vía, entre la Red de San Luis y la plaza de España, ha arrastrado a todo el espejo de Madrid, según define el centro de la ciudad el delegado del Gobierno, Segismundo Crespo.
Las calles del Desengaño, Hortaleza, Barquillo o Sevilla han pasado de primera a tercera categoría (habrá seis niveles en total, nueve en la actualidad). La plaza del Callao, sede de Galerías Preciados, y la calle del Carmen, con El Corte Inglés, pierden una categoría. La calle del Almirante, donde se han asentado las principales firmas de moda, baja de segunda a tercera, igual que Ballesta.
La maligna influencia de la Gran Vía también arrastra a la calle de San Bernardo, que pasa de primera a segunda en el tramo más cercano a Alberto Aguilera, pero de primera a tercera en la zona donde conecta con la ya ex principal arteria de la ciudad.
La degradación del espejo de Madrid continúa por la plaza de Tirso de Molina, que será una vía de cuarta categoría (ahora es de segunda), y la plaza de Santa Ana -sin artesanos, pero con el Teatro Español-, que baja de primera. a tercera. Aunque no debe tener complejos, porque un centro neurálgico como Atocha se deprecia de igual manera.
Unas 25 calles ocupan las plazas de las descendidas en la primera categoría fiscal, que se reduce en dos tercios. Los ascensos más significativos son los de la plaza de Carlos Trías Bertrán, en Azca, junto a la torre Picasso, y la de San Juan de la Cruz, enfrente de los Nuevos Ministerios. Ambas pasan de cuarta categoría a primera.
La revalorización la copan las calles de dos nuevos puntos de moda: las franjas comprendidas entre el parque del Retiro y el paseo del Prado, y la que limitan Serrano y Recoletos (detrás del palacio de Linares). Pequeñas calles como la de la Academia, Casado del Alisal, Juan de Mena, Ruiz de Alarcón o Méndez Núñez, cercanas al Retiro, pasan de segunda o tercera (como la calle de Venezuela) a primera. Extrañamente, la plaza de la Lealtad, que acoge la Bolso y el hotel Ritz, baja de primera E segunda.
Las seis ciudades
Madrid son seis ciudades distintas, según el nuevo plano económico de la ciudad. El Centro financiero de Azca, la columna vertebral de la Castellana y algunas islitas de Salamanca y Retiro, como las comentadas, serían las casillas más caras del nuevo tablero del juego del Monopoly.La zona residencial de Chamartín; el eje de viviendas y oficinas que crece en torno de la carretera de La Coruña y las áreas comerciales del centro copan la segunda categoría. En el escalón inmediatamente inferior se sitúan La Vaguada, las calles cercanas al borde oeste de la M-30 y la zona norte del casco antiguo.Los barrios residenciales e industriales del extrarradio este y sur y los que bordean las carreteras de Andalucía, Toledo y Valencia se encuadran en la última categoría. Serían las primeras casillas del Monopoly, junto a la salida.
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