Los pioneros populares

El Ayuntamiento de Toledo fue pionero en penalizar el consumo de drogas en la vía pública. La lucha contra el caballo y los porros iniciada en septiembre de 1988 por el entonces alcalde de Alianza Popular José Manuel Molina, le costó enfrentamientos con el entonces delegado del Gobierno, Pedro Valdecantos. En 1990, la Policía Municipal presentó 28 denuncias por incumplimiento de este bando, que "sanciona el consumo de drogas en cualquiera de sus modalidades o presentación, en todas las vías y lugares públicos de la ciudad de Toledo". Asimismo, sanciona "arrojar o abandonar en los lugares de uso público jeringuillas o cualquier objeto o residuo" utilizado para el consumo de drogas.

El bando, que se publicó el 12 de noviembre en el Boletín Oficial de la provincia, establecía sanciones de hasta 15.000 pesetas para los consumidores.

Molina justifica ahora su bando "si tan sólo un joven se ha salvado de caer en la droga". El ex alcalde, ahora presidente del PP en Castilla-La Mancha, ha iniciado una campana para que los 912 pueblos de la región aprueben bandos similares.

El alcalde de Ávila, Ángel Acebes, también del Partido Popular, firmó un bando similar el pasado 18 de junio, sólo tres días después de haber tomado posesión.

El texto señalaba que se sancionaría "arrojar o abandonar en lugares de uso público jeringuillas o cualquier objeto o residuo utilizado o utilizable para el consumo de estupefacientes" bajo multa de 10.000 pesetas. Con este bando, Acebes dijo que pretendía conseguir una Avila sin drogas, tal como decía el programa electoral del PP.

Acebes manifestó ayer que el balance es positivo y que el consumo de estupefacientes "ha disminuido en lugares públicos como plazas, jardines, calles", aunque apunta que se trata de "una labor que lleva su tiempo".