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LAS DROGAS COMO TELON DE FONDO

100 policías dejaron las comisarías Periféricas para patrullar el centro

Ana Alfageme

Unos 100 policías abandonaron ayer sus comisarías para incorporarse a patrullar en el distrito Centro, dentro de un plan de limpieza de la Delegación del Gobierno contra el pequeño narcotráfico, los robos y los delitos relacionados con la prostitución en determinadas calles con vistas a 1992. Las comisarías de zonas periféricas como Villaverde, Vicálvaro, Entrevías o Vallecas, azotadas por la delincuencia, tuvieron que renunciar a cinco agentes cada una.

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Un total de 36 policías, por parejas, fueron saliendo a pie, a partir de las diez de la mañana de ayer, de la comisaría de Centro tras recibir instrucciones; 20 agentes partieron en sus motos. Era el primer turno. Tenían como objetivo determinadas zonas donde actúan trileros, rateros, camellos y prostitutas: entre ellas, la Gran Vía; las calles del Carmen, Preciados, Montera y Ballesta, y las plazas Mayor, Chueca y Dos de Mayo.De los 122 agentes que patrullan entres turnos, 100 proceden del resto de las comisarías de Madrid. Cinco policías fueron transferidos forzosamente desde puntos como Villaverde o Entrevías. "Es un plan estudiado, y la falta de cinco agentes no es significativa", asegura Félix Gallego, jefe de Seguridad Ciudadana de la Delegación del Gobierno, "y hay que evitar el deterioro del espejo de la ciudad que es el centro ".

"¿Dónde está El Corte Inglés?"

Uno de los dos agentes de la patrulla Gol Papa 7, de paso por la atestada calle de Preciados, se quejaba de su traslado forzoso. "Perdone, ¿dónde está El Corte Inglés?", le interrumpe un hombre. "Pues eso es lo que hacemos, informar", explicó el agente. Otros viandantes preguntaban si había ocurrido algo. Un dependiente de una tienda de confección comentaba escéptico: "Va la policía por aquí y la gitana robando detrás". En Montera, otro agente se unía al escepticismo sobre la operación de lavado de cara del centro: " Lo único que hacen los camellos es cambiarse de calle".Por la mañana no se practicaron detenciones. El objetivo de la operación, según el comisario de Centro, Juan Zurera, es disuasorio: "Lo bueno es que se inhiban los delincuentes. Los ciudadanos están pidiendo ver a la policía". Los uniformes no se veían, sin embargo, a media tarde en puntos como Sol, Ballesta, Preciados, Gran Vía -que tiene asignadas cuatro patrullas- o Carmen.

La patrulla de motoristas Alazán 42 identifica a un par de muchachos que pasan en un coche viejo por Desengaño esquina a Ballesta. "¿Ha habido un atentado?", inquiere uno de los chavales sobre la presencia policial. "Rutina", contesta el motorista. Enfrente, dos prostitutas, sin inmutarse, se alegran: "Siempre es bueno que dejen trabajar en paz, pero en la plaza de ahí al lado están todos picándose". En Montera, las mujeres se alejan al ver a los agentes.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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