Problemas a medio plazo
La Bolsa ha acusado recibo de las últimas actuaciones del Banco de España en el mercado monetario, en las que se traslucía un claro mensaje: los tipos de interés no van a bajar en tanto la inflación se mantenga en el 6%.Para llegar a esa conclusión, han sido necesarias dos inyecciones de fondos que han superado los dos billones de pesetas cada una, y con unos tipos que se han ajustado al alza para equipararse a los de la subasta de certificados de depósito. Los operadores de ese mercado han asumido el estancamiento del precio del dinero para todo el trimestre y la Bolsa ha actuado en consecuencia.
El papel dominó la sesión desde el principio, con un importante incremento de la presión a partir del mediodía, justo cuando Wall Street subía diez puntos y el ambiente aparecía un tanto relajado. El juego se mantuvo sin variaciones importantes, con tres valores acaparando el volumen y alguna que otra aplicación, como la de Mapfre, que sirvieron para distraer la atención y aliviar tensiones. Al final, el índice perdió 2,44 puntos y dejó la puerta abierta a un sinfín de posibilidades, la mayor parte negativas. Ahora, todo queda pendiente de lo que haga el banco emisor en las próximas subastas, aunque una buena parte de las decisiones inversoras ya están tomadas.
