"Tanta cámara, tanto diario, tanta historia, me han puesto nervioso"

El párroco de Titulcia, Ángel Rodríguez, no fue el mismo que otras veces.La expectación levantada al conocerse por la prensa su afición torera le desbordó. En otras tardes, las actuaciones de don Ángel habían sido seguidas solamente por los vecinos incondicionales.

Su toreo no había trascendido, y los medios de comunicación conocieron sus actuaciones a toro pasado. Incluso resultaba difícil encontrar una fotografía del sacerdote ante un morlaco.

En esta ocasión fue todo muy distinto.

A Titulcia (859 habitantes, cerca de Chinchón, a cinco kilómetros de Ciempozuelos) llegaron cientos de forasteros, pero también periodistas italianos, franceses, enviados de todas las televisiones españolas, corresponsales de agencias de noticias, fotógrafos profesionales y aficionados, curiosos y militares sin graduación. Hasta totalizar 1.500 espectadores, que pagaron 600 pesetas (lo que da una recaudación de 900.000 pesetas).

Las Agustinas Recoletas se llevarán la mitad -deducidos los gastos del festejo-, lo que da la justificación benéfica para el cura párroco. La otra mitad irá destinada a sufragar las fiestas de la localidad.

La expectación y la responsabilidad alteraron a don Ángel, quien confesó al término de la becerrada: "Tanta cámara, tanto periódico, tanta historia, me han puesto más nervioso de lo normal".

Sin embargo, el párroco de Titulcia encontró el lado bueno: "Estoy contento porque al menos he podido dar algún capotazo, y dos o tres muletazos buenos, aunque luego me he hundido". Eran las palabras que pronunciaba nada más terminar la faena.

Pero sabía que esta vez los periodistas iban a reflejar su actuación: "No tengo miedo a las críticas. Sé que me pueden achacar que no lo he matado, pero he hecho cuanto he podido".

"La penúltima"

En esta becerrada, el Ayuntamiento de Titulcia se ha volcado de lleno y ha apoyado a su párroco.A Domingo Fernández, alcalde del pueblo, lo único que le pesa es haber cobrado una entrada de 600 pesetas: "Esto supone que tienes que ofrecer espectáculo y la gente esperaba mucho de su cura torero".

Pero siempre que vea que sus vecinos se vuelcan de esta forma estará "dispuesto a apoyar este tipo de gastos".

Por su parte, para don Angel sus buenas intenciones no quedarán aquí y ha asegurado que ésta ha sido sólo su "penúltima intervención".

La próxima puede estar muy cerca. Concretamente, el próximo día 13 de octubre, en Morata de Tajuña.

Tal vez entonces ya no sea tanta noticia, decrezca la expectación de la prensa y ese día, por fin, pueda cortar el rabo.

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