_
_
_
_

Un programa sobre la Mafia provoca una fuerte polémica en Italia

La cadena estatal italiana RAI-3 y el Canal 5, la cadena privada de Silvio Berlusconi, realizaron el pasado jueves un programa conjunto de cinco horas de duración para tratar en directo el problema de la Mafia. Las denuncias con nombres y apellidos de políticos democristianos relaccionados con la organización en dicho programa, ha irritado al partido de la Democracia Cristiana y ha suscitado una fuerte polémica en Italia.

La RAI-3 y el Canal 5 enterraron durante cinco horas de la noche del pasado jueves sus querellas cotidianas. El problema social y político de la Mafia fue el motivo de esta colaboración sin precedentes entre dos medios envueltos, desde concepciones muy diversas, en una lucha cada vez más encarnizada por el control del mercado. Era una de esas iniciativas a las que nadie puede poner el veto, y los políticos que controlan la televisión estatal tuvieron que contentarse con expresar sus reparos. Pero, una vez emitido el programa, han entrado en una polémica de escándalo.El proyecto surgió de dos presentadores muy populares en Italia que llegaron a un acuerdo en el clima emocional desatado el pasado mes de agosto por el asesinato en Palermo de Libero Grassi, un empresario que desde hace un año se negaba públicamente a pagar el pizzo o canon de protección que exigen los delincuentes. Michele Santoro, de la RAI-3, amigo personal de Grassi, y Maurizio Contanzo, de la Cinque, plantearon a sus respectivos patrones la idea de un programa concebido en dos partes homogéneas transmitidas sucesivamente por las dos cadenas, sin que en su producción se mezclaran medios ni equipos.

El Partido Socialista de la Izquierda (PDS), que controla la RAI-3 en virtud del acuerdo por el que las tres grandes fuerzas políticas de Italia se reparten la influencia sobre las televisiones estatales, hizo saber que aceptaba la idea "como un caso aislado, en un ámbito limitado y excepcional". Desde la Democracia Cristiana se dijo que "cualquier confusión crea un daño a las empresas, y sobre todo a la RAI, que es la más fuerte".

Pese a todo, a las 20.30 del pasado jueves, Santoro inició su directo a traves de la RAI-3 desde un teatro de Palermo. Dos horas y media más tarde, Costanzo recogía el testigo para dar otros 150 minutos de programa en el teatro de Roma. Por ambas plateas circularon familiares de víctimas de la Mafia, ciudadanos y funcionarios empeñados en combatirla, políticos bajo sospecha y mafiosos arrepentidos.

Los dos presentadores promovieron las intervenciones del público, y el programa fue un éxito con la emoción del directo. A Palermo llegó una amenaza de bomba que puso en pie al teatro. Un grupo de afines al ministro democristiano Calogero Mannino, el político italiano acusado por un arrepentido de conexiones con la Mafia, irrumpió en el escenario y trató de interrumpir la transmisión al grito de "esto es periodismo mañoso".

Santoro y Costanzo también invitaron a los italianos a que encendieran las luces de sus casas para expresar su rechazo hacia la Mafia. El llamamiento fue seguido por más de ocho millones de televidentes que llevaron las audiencias de los programas a niveles de récord. Pero, a la enorme audiencia conseguida, algunos políticos han reaccionado con protestas por un programa que consideran escandaloso. Sobre todo, los democristianos. Il popolo, periódico de la DC, hablaba el viernes de transmisión "estalinista" que pone en marcha "juicios populares". El propio director general de la RAI, Gianni Pasquarelli, ha dicho que el programa violó las reglas del Ente e incluso el ex juez anti mafia Giovanni Falcone, tras participar en la emisión, declaró que de la delincuencia organizada no se puede hacer un espectáculo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_