El PNV cede en el programa y el PSOE en el reparto de carteras para cerrar el nuevo Gobierno vasco
El presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, se felicitó ayer por la rapidez con que se ha resuelto la crisis de su Gabinete con una coalición con el PSOE. "La única", dijo, "que garantiza la estabilidad" del Ejecutivo. En el pacto, cerrado en 10 días, las dos partes han cedido. El PNV olvida los puntos del programa considerados hace ocho meses imprescindibles hasta justificar la ruptura con el PSOE y éste acepta una presencia menor en el Gabinete.
El PNV ocupará nueve carteras, además de la presidencia y una vicepresidencia primera de coordinación económica, mientras el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) consigue una vicepresidencia de asuntos sociales y cinco carteras. Los departamentos reservados a los socialistas son Educación, Urbanismo y Vivienda, Trabajo, Justicia y Comercio y Turismo. El reparto de las áreas ha obligado a crear una segunda vicepresidencia y la Consejería de Comercio. Para hacer posible el pacto anterior también se creó la cartera de Justicia. Los dos vicepresidentes serán titulares de sendos departamentos. El gran sacrificado es Euskadiko Ezkerra (EE), cuya participación en la negociación ha sido simbólica. Su presencia queda reducida a una cartera menor de Economía, Planificación y Medio Ambiente.
Reconoce la Constitución
El acuerdo de coalición fue suscrito poco después de las 11 de la mañana en el palacio de Ajuria Enea por el lehendakari, además de Xabier Arzalluz y Juan María Ollora por el PNV, Txiki Benegas y Ramón Jáuregui por el PSE y Juan María Bandrés y Jon Larrinaga por EE. Respaldado por todos los firmantes, Ardanza presentó luego las grandes líneas del programa común.
El documento reconoce la Constitución y el Estatuto como "marco jurídico válido" para la actuación de los poderes públicos de la comunidad autónoma y compromete a los tres partidos a "profundizar en el autogobierno de Euskadi a través del desarrollo pleno y leal del Estatuto". Los objetivos para la legislatura se expresan de forma muy genérica a lo largo de 81 folios.
El nuevo Ejecutivo antepondrá la negociación a la confrontación en sus relaciones con la Administración central y buscará con ella una mecanismo bilateral para propiciar la representación correcta de los intereses del País Vasco en la construcción europea. El acuerdo proclama la plena vigencia del pacto de Ajuria Enea en la tarea de la pacificación, defiende la modernización de la economía y el relanzamiento de los planes de infraestructuras ante el reto europeo.
Admitió que la proliferación de carteras, 15 en el nuevo Gabinete, no se hubiera producido en un Ejecutivo monocolor aunque rechazó que guarde relación con el "reparto del poder". Ardanza negó de forma tajante cualquier implicación de los intentos del PNV para modificar el trazado de la autovía de Guipúzcoa con las negociaciones del nuevo Gobierno y, visiblemente molesto, calificó de "chismorreo" una pregunta sobre la escasa participación de EE en el nuevo pacto con los socialistas.
Para el secretario general del PSE, Ramón Jáuregui, la nueva mayoría supera una etapa muy frustrante y devuelve a los socialistas su papel como "pieza de garantía y seguridad para una parte muy importante del País Vasco". "Los hechos han dado la razón" al PSE, según Txiki Benegas. El número tres del PSOE se mostró esperanzado por la previsible actitud de aproximación al PSOE de los parlamentarios del PNV.
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dijo que está apenado por el fin del tripartito nacionalista. "Tenía por delante un trabajo muy bonito", aseguró, "y conste que no hablo de aventuras políticas". Arzalluz no ocultó en febrero pasado, tras la formación del anterior tripartito, su preferencia por la participación socialista en el Gobierno. El secretario general de EE, Jon Larrinaga, anunció que la crisis interna de su partido quedará cerrada en breve.
El martes se celebrará el Consejo del nuevo Gobierno y en días posteriores de la misma semana, los consejeros tomarán posesión y se fijará el plazo para el pleno de política general, en el que Ardanza pedirá la confianza del Parlamento.
Respecto a la mesa de Ajuria Enea, Ardanza, señaló que "el pacto se convoca por consenso de los partidos y mientras no haya un consenso sobre su convocatoria, ésta no se hará". El lehendakari advirtió que "la mesa de Ajuria Enea no es un lugar para dirimir conflictos entre partidos".
Juan María Bandrés, presidente de EE, dijo ayer en RNE que prefiere como socio en el Gobierno vasco al partido socialista antes que a EA. Sin embargo, añadió que el PSE tiene menos independencia respecto a su organización nacional que la comunidad autónoma vasca respecto al Estado. Bandrés agregó que el pacto de Ajuria Enea "está malherido" por el asunto de la autovía de Leizarán y las mociones independentistas votadas por HB y EA.
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