Un recluso intenta fugarse del hospital tras reducir a un policía con un cuchillo de comer

Un recluso ingresado en el hospital Gregorio Marañón intentó fugarse ayer, tras tomar a un rehén y reducir a uno de los policías que le custodiaban, al que amenazó con un cuchillo que logró guardarse cuando le sirvieron la comida.

Alfonso Gómez Calcerrada, de 31 años, que fue detenido por última vez el 26 de abril de 1988 corno presunto autor de un robo con violencia perpetrado en Torrejón de Ardoz, se encontraba en una habitación de la segunda planta del hospital Gregorio Marañón, en la zona reservada a los presos que necesitan asistencia médica.Alrededor de las siete de la mañana de ayer, Gómez Calcerrada sorprendió a uno de los dos policías que le custodiaban y, tras colocarle un cuchillo en el cuello, logró desarmarlo. El delincuente se apoderó de la pistola del agente y a continuación tomó como rehén al enfermero Juan José H. S., al que llevó a punta de pistola hasta los sótanos donde se encuentran los vestuarios.

Nada más producirse el incidente, el Cuerpo Nacional de Policía alertó a los vigilantes jurados que integran el servicio de seguridad del centro hospitalario, con objeto de que controlasen todas las salidas del complejo. Uno de los vigilantes localizó en los sótanos a Gómez Calcerrada en el momento en que estaba vistiéndose con la ropa de trabajo arrebatada al enfermero, ya que así pretendía salir de forma más fácil.

Gómez encañonó al vigilante y le exigió que se quitara el revólver y lo dejara en el suelo. Cuando el delincuente se agachó para recoger el arma, el vigilante cayó sobre él y consiguió reducirle.

El recluso, que estaba recibiendo tratamiento médico desde el pasado día 19, logró hacerse con un cuchillo -de punta roma y dientes de sierra- sustrayéndolo de entre los cubiertos de la comida. Por tal motivo, la policía ha pedido en repetidas ocasiones a la dirección del hospital que se facilite a los reclusos la comida con cubertería de plástico.