Madrid amplia al 86% su peso en la bolsa española y la contratación en Barcelona cae al 8,3%

El nuevo modelo bursátil centralizado surgido con la reforma del Mercado de Valores iniciada hace tres años está reforzando el papel de la Bolsa de Madrid como la indiscutible gran bolsa española. Madrid, donde se concentraba antes de la reforma el 82% del volumen de negocio, ha elevado su cuota de contratación de acciones del mercado continuo al 86% en los ocho primeros meses del año. Por el contrario el modelo está restando negocio a Barcelona, cuya cuota ha descendido del 13% al 8,3%

.Las bolsas de Barcelona y Valencia están perdiendo mes a mes cuota en el mercado de renta variable. Valencia, que antes de la reforma tenía una cuota del 2% ha descendido al 0,89% en los últimos ocho meses de este año. En el mismo periodo, Bilbao ha ganado un punto pasando del 3,7% en 1990 al 4,7%, según datos de la Sociedad de Bolsas. Estas cifras miden la cuota de contratación de cada bolsa en pesetas efectivas y no contemplan las operaciones especiales como aplicaciones y tomas de razón realizadas al margen del mercado.

La mejora, de cuota de la Bolsa de Bilbao está directamente relacionada con la mayor participación activa en esta bolsa del Banco de Bilbao Vizcaya y de las cajas vascas.

Fuentes de la Sociedad de Bolsas y de intermediarios del mercado coinciden en que las cuotas del mercado continuo no son comparables porque hace un año había una cuarentena de valores en el mercado contínuo y en la actualidad son 102 las sociedades que se contratan electrónicamente.

Con todo, lo que sí están indicando los últimos datos sobre cuotas bursátiles es que se ha producido una tendencia a la concentración de órdenes del mercado continuo en Madrid. Así, Madrid que contrataba el 83,8% del total español cuando la negociación era exclusivamente por corros a viva voz, aumentó su cuota hasta el 84,04% en el primer cuatrimestre de 1991 y hasta el 86,05% en el segundo cuatrimestre de este año.

La situación de Barcelona y Valencia es justamente la contraria. Las dos han ido perdiendo peso en la bolsa española a medida que los valores salían del corro y se incorporaban a la contratación por ordenador. Por Barcelona pasó el 10,32% del volumen de la bolsa electrónica en el último cuatrimestre de 1990. Esta participación ha caído hasta el 8,3% en el pasado cuatrimestre.

Valencia y Barcelona han emprendido acciones para detener la pérdida de peso bursátil. Barcelona acaba de salir reforzada en su papel por buscar una especialización en futuros y opciones y se convertirá en la sede de la sociedad holding propietaria de los medios técnicos de este mercado y canalizará los contratos sobre renta fija. Valencia trata de desarrollar un mercado de futuros sobre los cítricos y ha recabado para ello la colaboración del Mercado de Futuros Financieros (Meff), con base en Barcelona. El futuro de Barcelona como plaza bursátil convencional parece complicado, pese a los esfuerzos de especlialización.