González juega la carta del Rey

(...) Felipe González no es hombre del pueblo y prácticamente no tiene ningún contacto con españoles normales. Rara vez viaja por España (...). Aunque sólo es presidente del Gobierno (...) ve su posición en el molde de los presidentes franceses. Cuando tiene que decir algo, lo hace en "entrevistas" televisivas cuidadosamente controladas o en largos discursos en debates parlamentarios de los que siempre sale indemne. Pero se ha sentido suficientemente inquieto en las pasadas semanas como para desplegar su arma convencional política más potente: el rey Juan Carlos. El Consejo de Ministros de este viernes se celebrará en la Zarzuela y lo presidirá el Rey a invitación de González. (...) Esto sólo ha sucedido cuatro veces durante el Gobierno socialista. (...) Ahora, el presidente siente que los acontecimientos son lo suficiente amenazadores como para requerir una acción de Gobierno identificable de forma inequívoca con la fuente de autoridad legítima del país. (...) Después de todo, el Rey acabó con un golpe militar. (...) Han sido semanas muy duras. (...) Se ha inflamado el sentimiento nacionalista en Cataluña y el País Vasco. (...) Las relaciones con los sindicatos siguen deteriorándose y (...) amenazan con más acciones y el Gobierno podría responder con un duro Presupuesto para 1992. (...) Éste es el tercer mandato de González y, con mucho, el menos imaginativo.