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El conflicto entre payos y gitanos

El concejal de Villaverde cede a la emergencia vecinal de parar las obras del poblado gitano

Miguel Ángel Araujo, del PP, concejal presidente de la Junta Municipal del distrito de Villaverde, accedió ayer a pedir a la Gerencia de Urbanismo que paralice temporalmente las obras del nuevo poblado donde está previsto el realojamiento de 88 familias gitanas, según declaró él mismo. Esta es una de las reivindicaciones planteadas por los 3.000 vecinos del barrio de Los Rosales, que llevan tres días manifestándose en Villaverde Bajo "contra la droga y el realojamiento de gitanos vinculados con ella". Sin embargo, el teniente de alcalde responsable del urbanismo municipal, José Ignacio Echeverría, también del PP, aseguró, preguntado sobre esa propuesta, que "no va a haber paralización de obras, al menos de momento"'. Varios miles de vecinos, reunidos en asamblea, decidieron ayer que seguirán impidiendo, pacíficamente, que continúen las obras en el poblado.La reunión que mantuvieron ayer representantes de seis asoclaciones de vecinos de Villaverde con el concejal del distrito y con responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo y del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal concluyó sin ningún acuerdo. La posición de los vecinos es impedir que las obras del poblado gitano sigan adelante: "Hasta que nos garanticen que no se va a realojar a ninguna familia relacionada con la venta de drogas".

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El Consorcio ha invitado a los vecinos a estar presentes en la comisión de seguimiento que adjudicará las viviendas a las familias desalojadas de Los Focos. Esto no significa, indicaron esas fuentes oficiales, que los vecinos de Villaverde vayan a seleccionar a los chabolistas, sino a participar en el control de la adjudicación (verificando que cada familia cumple los requisitos censales exigidos), con el resto de las asociaciones y organismos implicados. Pero esto no es suficiente para los vecinos, que solicitan al Consorcio la firma de un compromiso en el que se garantíce que ningún narcotraficante será realojado.

Los responsables del Consorcio han mostrado su "extrañeza" por la reacción de rechazo de un sector de vecinos de Villaverde. La presencia de comerciantes del distrito -temerosos de que el asentamiento de gitanos en la zona afecte a la buena marcha de sus negocios- entre los principales promotores del movimiento de protesta ha radicalizado el conflicto, siempre según fuentes del Consorcio.

Asamblea

Ayer tarde unas 3.000 personas se reunieron en el parque del barrio de Los Rosales -barriada con unos 25.000 habitantes y la más cercana al futuro poblado de realojamiento- para decidir las futuras movilizaciones. En la asamblea -donde hubo intervenciones muy comedidas-, la recién creada Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de la zona propuso "parar las obras sin violencia". Su portavoz, Nicanor Briceño, presidente de la asociación de Perales del Río, afirmó, entre gritos de apoyo: "No les dejaremos trabajar hasta que nos arreglen el problema de la droga". Y añadió: "Nos quieren acusar de haber incendiado el piso piloto. Y seguro que han sido ellos".

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El número tres del Ayuntamiento de Madrid, José Ignacio Echeverría, explicó ayer que la erradicación de la droga del distrito de Villaverde no es competencia municipal. Y el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, Priscillano Castro, coincide en esa apreciación, puesto que achaca la reacción de los vecinos de Villaverde a la pasividad de la autoridad gubernativa en el control de la venta de drogas en los distritos de Madrid.

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