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EL CONFLICTO ENTRE PAYOS Y GITANOS

"O nos vamos todos juntos o no nos vamos"

Jorge A. Rodríguez

La M-40 ha cortado en dos el poblado de Los Focos. A un lado se han quedado Los Focos dé siempre. Al otro se ha levantado Villa Fernández. Los Fernández son 34 familias gitanas que tuvieron que levantar su campamento porque estorbaban a la M-40. El mes pasado tenían que haber estrenado casa en Villaverde, pero los vecinos de este barrio no los quieren. Los Fernández tienen miedo. "Claro que lo tenemos. Antes nos habríamos ido de uno en uno. Ahora, o nos vamos todos juntos o no nos vamos". Si en enero no reciben las casas, quemarán la M-40.

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El tramo de la M-40 que une las carreteras de Barcelona y Valencia no sólo ha cortado físicamente el poblado chabolista de Los Focos, situado entre Vicálvaro y San Blas. También ha dividido a sus moradores en dos clases los que tienen promesa firme y una fecha más o menos fija de traslado (los exproptados), y los que recuerdan que algún día alguien les dijo que les iban a dar casa.Los que se van están que trinan. Los Fernández son el botón de muestra. Unas 20 personas en corro explican su situación: "En enero nos levantaron de la M-40 y nos dieron madera para construir a su vera. Nos prometieron que en septiembre nos iban a dar casa en Villaverde, en un terreno que a nosotros nos gustó. Ahora dicen que hasta enero del año que viene no nos vamos. Son unos mentirosos". Éste es el discurso del corro.

Para ellos, los mentirosos son tres: Rosa Molina, José Luis Gómez (máximos responsables del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada) y José Luis Garro (responsable de Urbanismo en el anterior Gobierno municipal de centro-derecha). "Rosa y José Luis, porque nos han dado buenas palabras que , no han cumplido. Garro, porque tenemos una carta suya [la enseñan] en la que dice que nos mudaríamos en septiembre, y aquí seguimos".

La noticia de que los vecinos de Villaverde y Perales del Río no los quieren cerca les ha atemorizado. Tienen miedo a que cuando se vayan allí les ataquen los mismos encapuchados que el sábado pasado destrozaron a palos la casa piloto. "Tenemos miedo a que nos maten, por eso nos queremos ir todos juntos", explican las mujeres con grandes aspavientos.

Ahora tienen una nueva promesa: estrenarán casa en enero de 19191, Es la fecha que han tomado como tope. "Si el 31 de enero no tenemos casa, vamos a quemar toda esa madera (muestran un enorme montón) sobre la M-40 y la carretera San Blas-Vicálvaro, y después nos iremos a donde nos dé la gana".

Hasta entonces seguirán allí, en chabolas de contrachapado ya arrugado por las lluvias, entre charcos de agua verdosa y rodeados de basura por todas partes menos por una: la M-40. Es el mismo panorama de los chabolistas que se tendrán que quedar más tiempo porque no estorbaban a la nueva carretera. Un patriarca que toma el sol es de los que se quedan. "Algo nos dijeron un día, sí, que nos iban a dar casa. Pero ca, mentira. Di que llevamos cuatro meses sin luz". Una mujer que cuida a su nieta explica la tercera división que hay en Los Focos: "Aquí hay gente buena y muy mala. Pero los payos quieren que vivamos siempre juntos, malos y buenos

Los clientes de los malos se ven por la avenida de Guadalajara, rumbo a Los Focos o al cercano de Los Módulos. Llegan a paso ligero y con billetes verdes. Salen despacio y con las manos caídas. "Aquí siempre hay buen jaco (heroína)", explica uno que se ocultaba tras una tapia y que aún tiene la aguja clavada en un cayo del pie izquierdo.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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