Sadam Husein se siente fuerte y destituye al primer ministro
Saadun Hamadi, nombrado primer ministro de Iraq el pasado mes de marzo con el objetivo formal de contribuir a la liberalización del régimen, ha sido destituido en una acción que fuentes del exilio iraquí interpretan como muestra de que el presidente Sadam Husein vuelve a sentirse fuerte. Mohamad Hamza, un protegido d e Husein, es el nuevo primer ministro.
Hamadi, un hombre educado en Estados Unidos y tenido por un intelectual, fue promovido al cargo de primer ministro al concluir la guerra del Golfo por un Sadam Husein que dijo entonces pretender alentar la democratización y liberalización económica del país.
Los exiliados lamentan la desaparición de Hamadi. "Era el único firme partidario del pluralismo y tenía el valor de llamar al pan, pan, y al vino, vino", dice uno de ellos. Para los enemigos de Sadam Husein esta acción implica que el líder iraquí se siente de nuevo tan fuerte como para purgar a quienes le pudieran llegar a hacer sombra y colocar en la cúpula a testaferros sin personalidad política.
En medios diplomáticos se interpreta también la caída de Hamadi como una respuesta de Husein a la incapacidad del ex primer ministro de romper el cerco internacional sobre el régimen.
