Engendrado en la isla

Manuel Fraga Iribarne no nació en Cuba por pura casualidad, ya que su madre, embarazada, prefirió viajar a Galicia y parir en la localidad lucense de Villalba. Sus dos hermanos mayores son cubanos de nacimiento. El padre de Fraga, un emigrante gallego que viajó a Cuba con el millón de españoles que retornaron a la isla ya en el siglo XX, pocos años después de la independencia, fue un mediano agricultor que hizo las Américas como muchos otros indianos y regresó luego a su tierra con una pequeña fortuna. Los padres de Fraga se conocieron en Cuba. El era gallego, y ella, española de origen vasco francés. El presidente de la Xunta suele evocar con orgullo sus orígenes.Pese a que en el propio Partido Popular esta visita supone un choque frontal con su discurso respecto a Cuba y al régimen que encarna Fidel Castro, la propia personalidad de Fraga y el carácter emotivo que en cierto modo encierra la visita han provocado un paréntesis de silencio que incluso ha dejado mudo a Javier Rupérez, el dirigente, que más hostiga al régimen de Castro desde el partido conservador español.

Misa en gallego

Curiosamente, un hermano de Rupérez, el actual encargado español de negocios en La Habana, Ignacio Rupérez, será uno de los diplomáticos que atenderán a Fraga en esta visita.

Fraga ha intentado galleguizar tanto este viaje a Cuba que se las ha visto y deseado para encontrar un sacerdote que el domingo 29 oficie una misa en gallego en la catedral de La Habana. Puestos a buscar, los adelantados de Fraga en la isla han encontrado en el nuncio de la Santa Sede en Cuba, el español Faustino Sáenz, al hombre idóneo.

Sáenz es de Ciudad Real, pero suele veranear en Galicia. Los hombres de Fraga aseguran que "algo es algo", y Faustino Sáenz, con resignación cristiana, se confesaba a EL PAÍS: "Tendré que ensayar, tendré que ensayar...".