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Leguina ofrece al gobierno municipal del PP una legislatura sin "zancadillas"

Se han mirado de reojo durante dos años, y ahora buscan el entendimiento. El presidente de la Comunidad, el socialista Joaquín Leguina, y el alcalde de la capital, el popular José María Álvarez del Manzano, adelantaron ayer, por separado, la política de acuerdos que el lunes abordarán conjuntamente. Para ahuyentar suspicacias, Leguina precisó: "El acuerdo con el Ayuntamiento es imprescindible (...) las zancadillas a nada conducen". A su vez, el alcalde reveló que su partido no le va a reprochar sus acuerdos con los Gobiernos central y autónomo del PSOE: "Lo primero son los intereses del ciudadano".

Tras una jornada de reflexión con sus consejeros en un chalé de Manzanares el Real, Leguina compareció ante la prensa para analizar las relaciones de la Comunidad con el Gobierno y la corporación madrileña, y los grandes proyectos en marcha. En su opinión, hay que pasar "de los papeles a los hechos" en viejos proyectos como el ensanche de Madrid en Campamento o la ampliación del aeropuerto de Barajas.El presidente regional advirtió que no quiere jugar a ser el perro del hortelano con el gobierno municipal del PP. Leguina y Álvarez del Manzano tienen promesas electorales pendientes. El primero quiere acabar la legislatura con la entrega de llaves de 80.000 pisos en toda la región. El alcalde aspira a que 50.000 de esas viviendas se levanten en su término municipal. Los dos son conscientes de que hay que firmar más acuerdos y desencadenar menos rifirrafes.

Pero habrá escollos que salvar. Por ejemplo, la reforma del Plan General de Madrid, que necesita el visto bueno de la Comunidad. Ambos equipos de gobierno mantienen criterios dispares sobre la futura concepción urbanística de Madrid. Sin embargo, Leguina hizo ayer una declaración de buena voluntad: "Si las dos instituciones se ponen de acuerdo, pueden cambiar lo que quieran".

Además, los dos gobernantes madrileños tienen que ponerse de acuerdo para que el metro y los autobuses municipales muevan con eficacia a los mismos viajeros. Por eso Leguina se apresuró a proponer al Ayuntamiento la constitución de una comisión mixta para coordinar las políticas de transporte.

"Abrir puertas"

Mientras en la Puerta del Sol Leguina proponía relaciones formales al alcalde, Álvarez del Manzano declaraba en la plaza de la Villa que no va a saltar al ring ideológico para entrar en disputas con el Gobierno regional socialista: "Mi misión es solucionar los problemas de los ciudadanos".En el Ayuntamiento se desea que el alcalde se dedique a "abrir puertas y no a cerrarlas" para que los responsables de las áreas municipales puedan entablar negociaciones con otras administraciones. Tras las vacaciones, Álvarez del Manzano ha emprendido una gira institucional para abrir paso a su equipo de gobierno.

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El pasado miércoles visitó La Moncloa. En su cartera llevaba propuestas para desbloquear asuntos pendientes: el cierre de la M-40, el diseño de un nuevo plan de accesos, la financiación de viviendas sociales de la capital, e incluso una petición de apoyo parlamentario al PSOE para promulgar una ley que compense a Madrid de los gastos que acarrea ser la capital del Estado. El próximo lunes, el alcalde acudirá a la sede del Ejecutivo regional, aunque ya se ha entrevistado en secreto con Leguina antes de las vacaciones.

Álvarez del Manzano asegura que tiene el consentimiento del presidente del Partido Popular, José María Aznar, para mantener estos contactos. "Aznar me dijo que lo primero son los intereses de los ciudadanos, que están por encima de los partidos", reveló ayer.

Por otro lado, Leguina y Álvarez del Manzano sufrirán por igual los recortes presupuestarios anunciados por el Gobierno central. En los presupuestos de la Comunidad, los capítulos de personal y gastos corrientes tendrán que apretarse el cinturón para que los niveles de inversión puedan mantenerse. Los números rojos autonómicos suman en la actualidad unos 200.000 millones de pesetas, aunque, según Leguina, la Administración central -sobre todo el Insalud- adeuda a las arcas regionales otros 70.000 millones.

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