Las escuelas de Viena, desbordadas por la llegada de miles de refugiados yugoslavos

El inicio del curso escolar en los centros públicos de Viena se ha visto sorprendido con la llegada masiva de escolares procedentes de Yugoslavia. Hasta ahora se han registrado cerca de 3.000 solicitudes de matrícula de alumnos yugoslavos, según datos del Ministerio de Educación austriaco, una cifra que puede triplicarse en los próximos meses.

El número de estudiantes varía hora a hora, y desde el viernes pasado vienen a inscribirse 400 niños por día, un 80% de ellos escapados de la zona de guerra en Yugoslavia", ha explicado la vicealcaldesa de Viena, Ingrid Smejkal. Hasta ahora se han habilitado 150 aulas adicionales, pero si la situación empeora habrá que aplicar un plan de emergencia, ha dicho Smejkal. Las autoridades educativas de Viena habían pensado aumentar el número de estudiantes por clase a 30 alumnos, y el Ministerio de Educación había planificado un aumento de 1.500 alumnos procedentes de Yugoslavia desde el inicio de las clases hasta noviembre.En los centros públicos de Viena pueden verse en los últimos días interminables colas de padres que esperan durante más de tres horas para matricular a sus hijos. El pasado martes, a pesar de los ruegos de los padres, cientos de niños en edad escolar fueron rechazados por falta de infraestructura, y sólo se logró registrar a 2.800 alumnos adicionales.

Para el Ministerio del Interior austríaco, hasta agosto, sólo 400 ciudadanos yugoslavos -en su mayoría croatas habían pedido asilo en la república alpina, una cifra tres veces superior a lo habitual. Sin embargo, hay miles de emigrantes sin registrar que han llegado a refugiarse en casas de parientes o de amigos.

En Austria viven 132.290 trabajadores yugoslavos, generalmente sin sus familias, que al término de este verano han traído a sus cónyuges e hijos para evitar los riesgos de la zona de guerra. Desde que se inició el conflicto en los Balcanes se han registrado 1.190 peticiones de asilo en Austria.

En barrios vieneses típicamente extranjeros como Leopoldstadt, Hernals y Favoriten, en las clases de educación primaria hay hasta un 90% de niños extranjeros. Grupos de padres y tutores austríacos han reclamado ya al Ministerio de Educación clases formadas, mayoritaria o exclusivamente, por alumnos cuyo idioma materno sea el alemán. Por otra parte, en la frontera sur de Hungría, hasta donde han llegado 12.000 refugiados yugoslavos, en su mayoría mujeres y niños, la situación sanitaria empeora día a día.