Estalla la miseria urbana británica
Más de 30 personas arrestadas y decenas de heridos en Oxford, Cardiff y Birmingham
El culpable, dicen, es el calor. Aunque algo tendrán que ver el desempleo y las tensiones étnicas en la explosión de violencia que durante cuatro noches consecutivas ha sacudido las calles de Handsworth (Birmingham),Ely (Cardiff) y Blake Bird Leys (Oxford). Tres ciudades con un denominador común: figuran en el mapa de la miseria urbana del Reino Unido. Las causas han sido distintas: un apagón en Birmingham, un conflicto entre dos tenderos en Cardiff, puro gamberrismo en Oxford. No ha habido muertos por el momento, pero sí decenas de heridos y detenidos, y unas escenas de brutalidad que han sobrecogido a los británicos.
Las noches cálidas, según demuestran las estadísticas, son peligrosas en determinados barrios de este país. Todas las grandes algaradas se han producido con temperaturas superiores a los 20 grados centígrados. Y 20 grados supone un calor severo en Gran Bretaña, aunque ,no tanto como para enloquecer a miles de jóvenes y envolverlos en una orgía de saqueo y destrucción. El Ministerio del Interior, el martes, llegó a plantearse la puesta en vigor de la antigua ley antidisturbios, derogada en 1967, merced a la cual un ciudadano podía ser detenido por el simple hecho de estar en la calle. La idea fue desestimada al fin.
Pero muchos creen que el fenómeno tiene raíces profundas. Véase el caso de Oxford, por ejemplo, donde todo comenzó el domingo por la noche, cuando un grupo de jóvenes decidió practicar una de sus actividades favoritas: lo llaman hotter (otra vez el calor), y consiste en el robo masivo de coches veloces a bordo de los cuales los jóvenes se dedican a burlar a la policía, provocando persecuciones en las que uno o dos coches patrulla tienen que enfrentarse a 10, 20 o 30 deportivos lanzados a tumba abierta por la carretera. Este domingo, la policía envió fuerzas antidisturbios al deprimido barrio de Blake Bird Leys, prendiendo la mecha de un polvorín. Cuatro días después, una mujer de 30 años se encuentra en el hospital tras ser cosida a puñaladas; su novio fue apaleado con un bate de béisbol. Unos cuantos comercios han sido saqueados e incendiados. La policía ha pedido a los vecinos que se encierren en casa en cuanto oscurezca.
Y esto sucede en Oxford, uno de los bastiones de la cultura occidental. Paradójicamente, Oxford padece uno de los mayores índices de analfabetismo del Reino Unido. Los suburbios que rodean la augusta universidad son ahora un gueto en el que se pudren los hijos de los obreros, jóvenes sin futuro que contemplan a otros jóvenes forasteros privilegiados cuya licenciatura en Eton abrirá todo el futuro del mundo.
En Cardiff (Gales) todo empezó con una pelea entre tenderos. Uno de ellos, Carl Agius, fue denunciado por el otro, Abdul Waheed, por vender pan y leche sin licencia. La vecindad se puso a favor de Aglus, galés de pura cepa. Un grupo de jóvenes aprovechó este incidente racial para atacar la tienda de Waheed, otros comercios y cargar finalmente contra la policía y contra los transeúntes.
En Birmingham, alguien saboteó un transformador eléctrico y dejó a oscuras el barrio de Handsworth., inmediatamente comenzó un pillaje sistemático.
Los choques de las noches siguientes han sIdo una simple espiral de violencia: cargas de la policía, contraataques de los alborotadores, golpes y más golpes una y otra vez.
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