"Mantener el PCE asestaría un duro golpe a IU"

Nicolás Sartorius es uno de los pocos dirigentes del PCE que aún no se había pronunciado sobre el futuro del partido. Ya lo ha hecho, contundentemente.Pregunta. Julio Anguita y otros dirigentes del PCE están sosteniendo que los sucesos de la URSS y la disolución del PCUS no afectan a la supervivencia del PCE.

Respuesta. No lo comparto. Creo que el PCE debía haber planteado su transformación en otra fuerza política ya en 1982, y tuvo otra ocasión, que yo advertí entonces, tras las elecciones de 1989. El problema de su transformación no está siquiera relacionado con la disolución del PCUS. Desde que en 1986 algunos fundamos IU, la necesidad de esa total transformación del PCE estaba más clara que el agua. En democracia, quien no se somete directamente al voto de los electores deja de ser una fuerza política. Desde esa perspectiva, discutir sobre la disolución del PCE es un poco prehistórico.

"No iré al congreso"

P. ¿Entonces es partidario de que el XIII Congreso del PCE inicie un proceso de disolución en IU, simultáneo a la conversión de la coalición en partido?

R. Yo sugiero que el PCE debería en su próximo congreso dar ese paso y poner en marcha el proceso constituyente para que Izquierda Unida se convierta en un partido político antes de las próximas elecciones generales. Por tanto, tampoco es necesario que el PCE se disuelva en diciembre.

P. Si eso no se hace, ¿abandonará usted la dirección del PCE o la militancia?

R. Desde hace dos años no participo en el comité central y sólo me ocupo de IU. Si alguien se empecina en mantener el PCE daría un golpe muy serio a IU, que es con lo que yo más me identifico. Como no tiene sentido mantener partidos comunistas en las actuales circunstancias, porque es obvio que el ciclo de las organizaciones comunistas se ha agotado al menos en Europa, yo no seguiría ahí. Pero tampoco me voy a ir antes del Congreso.

P. Parece que'n1 siquiera fuera a ir a ese congreso.

R. No voy a ir. No me siento autorizado para decir a los demás lo que tienen que hacer tras dos años sin participar en las discusiones.

P. Regis Debray decía ayer en este diario que aspiraba a perder las ilusiones sin perder las fidelidades. ¿Puede compartir esto hoy un comunista?

R. Las ilusiones que he tenido no las he perdido. Para mí la ilusión ha sido la democracia, el socialismo, el seguir avanzando. Y la fidelidad consiste en seguir concibiendo el socialismo como una profundización de la democracia. Lo que se ha hundido, que yo creo que está bien hundido porque era una losa tremenda para el avance de las ideas de izquierda, no era el socialismo, sino su negación. Yo creo que las palabras son la historia de las palabras, y desde esa perspectiva el concepto comunismo, identificado con lo que ha sido una catástrofe, queda ahora inservible. La palabra central para mí ahora es democracia.

P. ¿Por qué el PCE, que fundó Izquierda Unida, en vez de protagonizar un nuevo impulso a IU aparece más bien a remolque de los hechos?

R. Yo creo que el PCE debe contribuir a la culminación de Izquierda Unida como nueva fuerza política para cerrar brillantemente su historia, que no se puede ahora malograr por el empecinamiento dogmático de mantener la sigla PCE, cuando Izquierda Unida es ya un instrumento perfectamente válido. Resulta estrambótico que IU tenga programa, dirigentes y no tenga organización.

P. ¿Qué opina de la evolución de la URSS?

R. Ha habido un intento de golpe de Estado ultraderechista que, como sucede siempre con las posturas duras, ha conseguido lo contrario de lo que pretendía. ¿Yeltsin? Ha actuado impecablemente. Durante el golpe ha sido el hombre más de izquierdas en. la URSS, porque izquierda es libertad y democracia. Por tanto, y con independencia de su trayectoria futura, me parece estúpido calificarle de derechista. Ahora hacen falta en la URSS medidas que conduzcan a una economía mixta donde e¡ sector privado, es decir capitalista, pueda ser muy extenso si se quiere que el sistema funcione. Lo digo conservando mi pretensión de superar el capitalismo.