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Los presidentes de Nomura y Nikko reconocen en el Parlamento pagos irregulares a ciertos clientes

Los presidentes de los bancos de inversión bursátil Nomura y Nikko Securities reconocieron ayer, jueves, ante la Dieta (Parlamento), haber realizado pagos irregulares a ciertos clientes, aunque los justificaron por la necesidad de mantener buenas relaciones con ellos. Setsuya Tabuchi, ex presidente de Nomura, negó haber manipulado los precios de las acciones, aunque reconoció que su empresa realizó "transacciones excesivas en algunos valores".

Setsuya Tabuchi, el primer encartado del mayor escándalo financiero de Japón desde la II Guerra Mundial que es llamado a declarar en el Parlamento, admitió también haber realizado pagos compensatorios millonarios a determinado clientes."La firma no tenía otra elección más que compensar a los clientes, y por eso aprobé el reembolso de pérdidas bursátiles", afirmó ante el comité especial sobre problemas financieros de la Dieta.

Tabuchi reconoció haber devuelto 27.479 millones de yenes (204 millones de dólares, más de 22.000 millones de pesetas) a 48 clientes corporativos e individuales desde el derrumbe bursátil de 1987 hasta el año pasado. En el marco jurídico japonés, las compensaciones no son ilegales si están prometidas de antemano, aunque sí violan el reglamento del Ministerio de Finanzas.

El conocimiento del escándalo hace casi tres meses hizo dimitir de sus cargos a Tabuchi e Iwasaki como presidentes de Nomura y Nikko, aunque ambos conservan el puesto de consejeros en sus respectivas compañías.

Relación con la mafia

Tabuchi, el hombre que hizo de Nomura Securities la firma de inversión bursátil más grande del mundo, y considerado como uno de los arquitectos de la economía nipona, admitió, aunque veladamente, haber realizado negocios con la mafia japonesa (yakuza). A través de su filial financiera concedió créditos por 12 millones de dólares al jefe de la segunda organización mafiosa nipona Inagawa-kai, Susumu Ishii."Yo nunca vi a Ishii. Un sokaiya (extorsionador que amenaza con armar alborotos en las juntas de accionistas) lo puso en contacto con la sección de ventas de la empresa", afirmó bajo juramento.

La policía investiga las relaciones entre Nomura e Ishii, quien compró 2,6 millones de acciones de la compañía Tokyu, recomendada por Nomura, haciendo subir su precio 1.000 yenes en pocos días. Por su parte, el ex presidente de Nikko, Takuya Iwasalci, tras pedir perdón por el escándalo, y los descuidos de la dirección, justificó los pagos de 245 millones de dólares de la compañía ante la necesidad de mantener buenas relaciones con sus grandes clientes.

"Creo que debemos mostrar el aprecio a nuestros clientes de alguna manera", afirmó Iwasaki ante el comité especial e investigación del escándalo. Iwasaki quitó peso a sus relaciones con la mafia y dijo que Ishii, a quien Nlkko concedió cinco créditos por 150 millones de dólares, era "un cliente más de la oficina principal". Además añadió que los 15 millones de dólares invertidos en un club de golf relacionado con el yakuza Ishii fueron una buena inversión por prever que los precios subirían.

Ambos pidieron excusas por las prácticas de las compañías. En este escándalo, un total de 21 empresas devolvieron a 228 grandes clientes 172.873 millones de yenes (1.280 millones de dólares) por haberles garantizado sus inversiones ante posibles bajones bursátiles.

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