El ejército de Yeltsin

Durante 60 horas sorprendentes, el espectro de la guerra fría en la Unión Soviética volvió a atenazar al mundo, antes de ser exorcizado para siempre. Si el golpe que depuso a Gorbachov no hubiera sido derrotado tan rápidamente, las esperanzas occidentales en la cooperación soviética para conseguir un mundo menos antagonista se habrían visto empañadas, tanto como la perestroika misma.La acción fue una chapuza, más propia de los hermanos Marx que de Marx y Lenin. Pero esta chapuza no disminuye lo que estaba en juego, y lo que ha ganado, en la batalla por las calles de Moscú. (...) El hecho de que el golpe fracasara tan deprisa demuestra el poder de lo que para muchos rusos es todavía una idea desconcertante: que la democracia significa tomar la responsabilidad de tu destino en tus propias manos. Durante 70 cínicos años, y durante siglos antes de éstos, todo lo hecho en el nombre del pueblo ruso o soviético se ha hecho sin su consentimiento. Ahora han dado a los últimos seis años de cambios -que, como otros, fueron impuestos desde arriba- el signo manifiesto de su aprobación. (...)

Cuando el nuevo ejército de demócratas se congregó alrededor de Yeltsin, y éste demostró que no iba a decepcionarlos, los, hombres del pasado volvieron al pasado. Yeltsin hizo su parte con habilidad y valor. Pero la amplia respuesta a su llamamiento fue la medida del ansia popular de democracia y reformas. (...)

24 de agosto