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La comisión yugoslava que supervisa la tregua se plantea dimitir

La comisión federal que supervisa el alto el fuego declaró ayer que sus miembros estaban considerando la dimisión. Su portavoz, Irfan Ajanovic, informó que, "en alrededor de 20 días, el alto el fuego ha sido violado en más de 200 ocasiones, y unas 70 personas han sido asesinadas". Una de las últimas víctimas ha sido un conductor de la Cruz Roja, cuando guerrilleros serbios atacaron el jueves un convoy formado por personal sanitario y periodistas.

Esta manifestación de impotencia se ha producido después de que el presidente de Croacia, Franjo Tudjínan, enviara a última hora del jueves su ultimátum a la presidencia colectiva yugoslava. "Si el Ejército federal", dijo, "continúa sus operaciones armadas dirigidas hacia la destrucción del orden legal y constitucional en Croacia" después del 31 de agosto, la presidencia será responsable "por la agresión a Croacia", y el Ejército federal será declarado como de ocupación.La presidencia colegiada se reunió nuevamente ayer para analizar "la posición y la función de las Fuerzas Armadas" en los conflictos de Croacia y su papel durante el período de moratoria de tres meses. Este asunto suscita protestas en cuatro de las seis repúblicas yugoslavas. Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina se niegan a enviar reclutas y reservistas para que luchen en los frentes de Eslavonia. Los mandos militares sostienen en teoría su imparcialidad en el conflicto serbo-croata, aunque sobre el terreno es fácil comprobar que en muchos casos los oficiales toman partido aliándose con los insurrectos serbios. El jefe del Estado Mayor, Blagoje Adzic precisa: "el comando supremo de la Fuerzas Armadas es la presidencia yugoslava".

El general Blagoje Adzic, jefe del Estado Mayor y considerado el representante de la línea dura, proserbia, dentro del Ejército, no es el único que controla las Fuerzas Armadas, explicó a este periódico un alto funcionario del Gobierno federal, aclarando que como todas las instituciones en el país balcánico, los militares luchan en contra de sus propia desintegración.

Aunque heridos y humillados por su retirada de Eslovenia, los militares yugoslavos disponen todavía del más importante arsenal bélico en el país. Según las fuentes croatas, ellos ayudaron a los insurrectos serbios a controlar totalmente Baranje, una parte de Eslavonia de la que se han reírado los policías croatas. Incluso después de la huida de 110.000 refugiados de las zonas de conflicto en Eslavonia, los hombres -croatas y serbios- junto con las Fuerzas Armadas, llegaron para luchar en los diferentes frentes. Las armas utilizadas son cada ves más sofisticadas: aviación de guerra y artillería. Los residentes de Osijek y Vinkovci levantaron barricadas temiendo la entrada del Ejército a estas ciudades, importantes sedes de la defensa croata.

Contraofensiva

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Tras la reunión de urgencia del Gobierno croatal el alcalde de Osijek, Zlatko Kramaric, anunció que "nuestra contraofensiva nos llevará hasta las orillas del Danubio", aludiendo a la frontera serbocroata, actualmente controlada por los guerrilleros serbios y el Ejército. Kramaric anunció, asimismo, la inclusión de la minoría húngara en los com bates en contra de los serbios, involuerando así, peligrosamente, a otra etnia en el conflicto.Las luchas en Eslavoma se han ido extendiendo poco a poco a las zonas fronterizas con Bosnia-Herzegovina, donde se han refugiado más de 11.000 personas. Los analistas bosmos afirman que en el caso de la extensión del conflicto bélico a esta república, el derrame de sangre sería espectacular. El Gobierno bosnio, compuesto por los partidos nacionalistas serbio, croata y musulmán, prácticamente no existe.

Ayer fue destruido el puente Fraternidad-Unidad juntando las dos riberas del río Sava entre una población croata y otra bosnia. La autopista Fraternidad-Unidad conectando Zagreb y Belgrado está vacía. Sólo los periodistas y los refugiados cruzan las fronteras republicanas y viajan en el país balcánico donde las vías de comunicación internas se han reducido al mínimo.

Los preparativos para la continuación de la guerra continúan: la industria croata produce en series el arsenal bélico, informó ayer el ministro de Defensa croata, Luka Babie. Por otra parte, el jefe del Gobierno croata Franjo Greguric, lamentó que los eslovenos no envían armas. Eslovenía se mantiene al margen del conflicto serbio-croata, tal como lo había acordado con Serbia. El silencio esloveno fue la condición impuesta para la retirada del Ejército federal de su territorio.

El número de bajas en los enfrentarmentos de Eslavonia, los más violentos, es imposible de calcular, y las dos partes aumentan o disminuyen la cifra según las necesidades de su propaganda. Sólo los cadáveres que ayer flotaban sobre el Danubio revelaban todo el horror del conflicto bélico, que actualmente nadie parece capaz de frenar.

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