Gonzalo Mato Leal, economista
La muerte siempre tiene algo de cotidiana irrealidad, pero esta impresión alcanza ribetes trágicos cuando ocurre imprevisiblemente en alguien que, por su juventud, parece lejos de su encuentro.Gonzalo Mato Leal ha fallecido por accidente el día 11 del presente mes, a los 32 años de edad, con sus ilusiones, proyectos y trabajos palpitantes y rebosantes de vitalidad. Desde los principios de sus estudios de licenciatura en Economía en la Universidad Complutense de Madrid, hasta sus enseñanzas como profesor titular de la misma, su actividad estuvo marcada por una combinación de independencia, audacia, reflexión, apertura y generosidad, que se suele relacionar con los valores arquetípicos, aunque a veces perturbadores, de la actividad académica e investigadora.
Su tesis doctoral y los trabajos desarrollados en el marco del Programa de Investigaciones Económicas de la Fundación Empresa-Pública, primero, y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, después, han supuesto relevantes aportaciones en el campo de la Organización Industrial Aplicada, que, que han contribuido al auge y, puesta al día de esta materia en nuestro país. En ellos supo establecer una eficaz combinación entre rigor analítico y la novedad en las técnicas econométricas empleadas, impulsando la aplicación en nuestro país de los desarrollos más recientes en el campo de la microeconometría, a pesar de no ser un especialista en el desarrollo de dichas técnicas. Su experiencia, sus actuales estudios, en un plano tanto nacional como internacional, y sus proyectos docentes e investigadores, configuraban una sólida realidad y una promesa de futuro en la que fructificaría un largo e intenso proceso de formación y maduración, conformando una presencia destacada en la nueva generación de economistas de nuestro país.
Poco pueden las palabras ante la vida y la muerte. Quizá quede, únicamente, dejar el testimonio de aquellos que fuimos sus compañeros sobre la persona que fue, y el cariño, amistad y admiración que por él sentimos, e intentar compartir el dolor que su familia, y en especial, su mujer, Marival, y sus hijos sienten en estos momentos.
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