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El Ejército yugoslavo impone la tregua en Okucani

El Ejército yugoslavo aplacó ayer con un despliegue masivo de carros de combate y tanquetas los combates habidos en la ciudad de Okucani y en sus alrededores en los últimos dos días. La presidencia federal colectiva, reunida en sesión de emergencia la noche del sábado, envió ayer observadores a este nuevo frente entre la guerrilla serbia y las fuerzas croatas.

La situación era ayer extremadamente tensa, tanto en Okucani como en Novska y Nova Gradiska, pero anoche no se habían reproducido los incidentes. No se disponía ayer de un balance definitivo de víctimas de la lucha, que se prolongó casi 48 horas, pero fuentes croatas y serbias coincidían en hablar de unos 25 muertos en la más grave violación desde que se decretó el alto el fuego.Tras la batalla de Okucani, ni serbios ni croatas parecen dar posibilidad alguna al mantenimiento de la tregua. Todo el mundo en Yugoslavia cuenta con un próximo recrudecimiento de los combates.

Con esta nueva acción guerrillera serbia, similar a otras tantas habidas en las últimas semanas, las fuerzas armadas croatas han perdido el control de otra ciudad, ésta de gran importancia estratégica por ser un nudo de comunicaciones clave para Zagreb.

Una estudiada estrategia

El desarrollo de la acción es idéntico al de las habidas en Dalj; Bijelo Brdo; Bobota, en Eslavonia, y Glina, en Banija, a tan sólo 50 kilómetros de Zagreb. La ciudad es atacada por la guerrilla serbia y se entabla una batalla con las fuerzas croatas. El Ejército acude a poner fin a los combates y hace fuego sólo contra la policía y la Guardia Nacional croatas. Expulsada ésta de la ciudad dada su indefensión ante el armamento pesado del Ejército federal, éste pasa a controlar la ciudad en abierta colaboración con la guerrilla serbia, que se instala allí, refuerza sus posiciones y coordina su defensa con los mandos militares.Con sus fuerzas -llegadas desde Daruvar, en el norte, y Banja Luka, en el sur, y, según sus mandos, con el objetivo de interponerse entre las partes contendientes, el Ejército federal impidió en Okucani de nuevo que las fuerzas armadas croatas recibieran refuerzós para retomar el control de la ciudad tras el ataque iniciado con morteros de los comandos de la guerrilla serbia. Las fuerzas aéreas yugoslavas atacaron con fuego de ametralladora varias posiciones de la Guardia Nacional croata.

[Ante el claro apoyo que el Ejército está prestando a la guerrilla serbia, el presidente de Yugoslavia, el croata Stipe Mesic, mostró ayer su intención de dimitir si esta actitud no cambia. "Si el alto el fuego no es respetado, no veo razón alguna para seguir siendo miembro de una Presidencia a la que algunos jefes militares no obedecen y se permiten atacar comisarías de policía croatas", dijo Mesic, según informa Efe]

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Con la toma de Okucani por el Ejército federal, Croacia pierde una de las vías más importantes de contacto con sus fuerzas en la Eslavonia oriental. Serbia, por su parte, logra con el control de Okucani un nuevo eslabón en la cadena, de posiciones para unir Eslavonia oriental con Banija, Krajina occidental y la región de Lika en Dalmacia.

Rápidamente, la cooperación militar entre la guerrilla serbia y, el Ejército federal está logrando crear un amplio arco que mutila a Croacia todas las regiones que los serbios reivindican como propias.

Comisión federal

Un nuevo grupo de observadores de la comisión federal para la vigilancia del alto el fuego salió ayer de Belgrado con rumbo a Banija y Lika. Para las autonidades croatas, esta comisión ha perdido ya la poca credibilidad con que contaba desde su creación al haber sido nombrado presidente de la misma el representante montenegrino en la presidencia, Branko Kostic, un leal seguidor del presidente serbio, Slobodan Milosevic, y declarado admirador de la guerrilla serbia. Kostic ha calificado en repetidas ocasiones de terroristas a las fuerzas policiales y a la Guardia Nacional de Croacia.

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