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Entrevista:

"España debe equilibrar el binomio humanismo-ciencia"

En opinión de Marlano Barbacid, los jóvenes que completan fuera de España su formación no suelen volver aquí a rendir sus frutos. "Proporcionalmente al status internacional de España como potencia industrial, la investigación biomédica básica está por debajo de lo que debía de ser", afirma.Pregunta. Son ya 17 años fuera de España. ¿En qué ha cambiado la investigación básica en medicina?

Respuesta. Ha cambiado en muchísimas cosas. Conceptualmente son casi dos mundos distintos. Las ayudas se conceden con una evaluación crítica. Se están dando incentivos económicos a las personas que trabajan y sacan resultados. Ha habido un incremento enorme a las ayudas a la investigación. Hoy día, los laboratorios españoles punteros están bien equipados. Todo esto es lo positivo.

Escasez de centros

P. ¿Y lo negativo?

R. Lo negativo es la falta de centros con suficiente infraestructura. Y en esto hay una confrontación de filosofías. Hay quien piensa que nuestro país ya tiene suficiente investigación biomédica. Yo, por su puesto, difiero. La cuestión que tiene que plantearse la Administración es cuánto es suficiente. El problema de la investigación blomédica es que en su gran mayoría no da resultados inmediatos; que su gran aportación es la de aumentar conocimientos y, a la larga, la de producir cultura. España es un país de humanistas y todavía la ciencia es una minoría. Yo personalmente creo que debería de equilibrarse el binomio humanismo-ciencia. Y, en ese aspecto, no disminuir las humanidades, sino aumentar la ciencia.

P. Pero la ciencia es costosa. ¿Quién puede pagarla? ¿El Estado? ¿Las grandes compañías farmacéuticas?

R. Lo que ha causado un impacto tremento en EE UU es lo que elenciminan inversión de alto riesgo. Un dinero que hay flotando y que los inversores están utilizando para crear nuevas fuentes de riqueza. Esta inversión puede dirigirse tanto para la creación de pozos de petróleo en la Antártida como hacia la biotecnología, y realmente ha hecho florecer a cientos -no exagero-, cientos de empresas pequeñas que han dado un impulso tremendo a la aplilón de la ciencia básica. Al formarse muy pequeñas, no tienen ninguna de las desventajas que ofrece la financiación por el Gobierno o las grandes compañías farmacéuticas. Tienen una flexibilidad increíble y carecen de burocracia. Ha permitido también la formación de muchos científicos que de otra forma habrían saturado las universidades americanas.

P. Usted siempre se ha referido a la necesidad de una "masa crítica" para rendir frutos científicos. ¿Es quizá esta la seducción de Estados Unidos?

R. El investigador depende de conceptos que se generan en sistemas muy dispares a los suyos. Para que uno pueda trabajar con la máxima eficacia es importante que esté rodeado de un número suficiente de científicos en áreas afines y complementarias. En esto consiste la masa crítica. En España existe en algunos centros importantes, pero en muchas universidades hay científicos muy buenos que están solos porque el resto de los profesores no hace investigación. Hay que encontrar un punto medio entre la centralización, que no es conveniente, y la diversificación. No se puede hacer como en la época del franquismo, cuando a cada gobernador civil con acceso a El Pardo le hacían una Universidad que luego estaba infradotada. Se han tomado decisiones que han mejorado la situación de la investigación blomédica en España, pero yo creo que, proporcionalmente al status internacional de España como potencia industrial, la investigación biomédica básica está por debajo de lo que debería.

El regreso

P. Volvemos al comienzo. Ahora el dilema al irse es en qué condiciones volver, ¿no?

R. Sí. Hoy en día el principal problema es que se sigue formando gente joven que vuelve a España con un potencial científico y humano enorme y, que se encuentra con que no hay centros de investigación. Y lamento volver a insistir en esto, pero tenemos el Centro Nacional de Biotecnología, que se empezó a construir en 1984 y todavía no se ha terminado. Desgraciadamente, creo que, de una forma errónea, hay personas en la Administración que piensan que ya es suficlente. No es suficiente, insisto.

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