Sara de gala en las Vistillas
A pesar del olor a frito, gallineja y panceta, la cantante y actriz Sara Montiel se vistió anoche de gala para actuar en las Vistillas, en las fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y la Paloma. Saritísima apareció a las once y media con una boa de plumas blancas y un traje de lamé plateado que se abría hasta la cadera. Lució sus piernas, su pecho y sus canciones y conquisto al gentío que se disputó las sillas y la primera fila. No quedó sitio ni para el concejal del distrito Centro, Ángel Matanzo, que se quedó de pie junto al escenario. Los primeros seguidores habían llegado a las siete de la tarde, desde una residencia de ancianos. Después, brincaban niños, bailaban chulapos y chulapas, discutían castizos vecinos y un travestido aprovechó y se destapó. Y es que Sara calentó el ambiente, "estás buena todavía", gritó un alborotado espectador, mientras ella cantaba el sobado Bésame mucho.Como siempre, Sara fumó en el escenario, cantó sus cuplés, habló de hombres -"yo he tenido tres maridos, no voy a ser menos que otras", dijo- y se mezcló con el público. Tres afortunados aguantaron a la cantante en sus rodillas.
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