Ganar votos
Francamente, ¿qué otro sentido que no sea el de ganar unos cuantos votos tiene la propuesta de IU de profesionalizar el Ejército español? Después de lanzar durante años acusaciones de derechización al partido socialista IU ha descubierto sus verdaderos propósitos: están dispuestos a renunciar a la coherencia ideológica a cambio de ganarse a buena parte del electorado español.Señor Anguita: la supresión del servicio militar obligatorio es una conquista de la clase media, que en modo alguno puede tolerar que sus hijos vayan a la guerra. La conscripción obligatoria ha sido defendida desde siempre por la izquierda, porque ante la muerte todos los ciudadanos somos iguales. Un Estado pretendidamente igualitario no puede tolerar diferencias en ese sentido. Según el criterio de los objetores de conciencia, y según el criterio de IU, si un día un Estado es invadido irán a defenderlo no todos los ciudadanos, en igualdad de condiciones, sino solamente aquellos que lo estimen oportuno.
Pues bien: si ese grupo o casta de cludadanos que se molestaron en empuñar las armas expulsa al invasor, la consecuencia lógica es que ellos se hagan con el poder, y aquellos objetores que consideraron más oportuno quedarse en sus casas tendrán que aguantarse -por usar una expresión coloquial- o, en el peor de los casos, marcharse. Quien reclama el derecho al voto debe, al mismo tiempo, aceptar la obligación de defender la democracia con las armas. Quien pretende ser eximido de esa obligación pierde, automáticamente, su soberanía.
Y ya que el poder político, la soberanía, se han hecho extensivos a la totalidad de las clases ciudadanas, ¿no ha de hacerse acaso extensiva la responsabilidad de "tener las armas en la rnano"? Marx decía que "la historia no la han hecho los héroes, no los grandes hombres". La responsabilidad de defender un territorio no está en manos de una legión de mercenarios, sino que es obligación de todos sus habitantes. Pero al fin, si algo ha quedado claro ante esta situación, es que la llamada crisis de la izquierda no sólo es la crisis de "una aplicación fallida del marxismo", tal y como venía insistiendo el señor Anguita, o en el caso de España, también es una crisis de valores.- Juana Sánchez.
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