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Nunca pasa nada

Francisco Peregil

FRANCISCO PEREGIL, Tres italianos tendidos en el suelo de la estación de Chamartín al lado de enormes mochilas resumían anoche con una frase el sentir de la mayoría de los viajeros: "Nunca se piensa que la bomba te cae a tí, y si cae, mala suerte".

Los italianos, que habían llegado a Chamartín desde San Sebastián, decían que vieron un enorme despliegue de policías y que por esa razón estaban tranquilos.

Más que preocupados, los viajeros afectados directamente por los retrasos que causó la bomba de ETA se mostraron incordiados y molestos."La gente" -decía un empleado del servicio de información al publico- "viene a nosotros y toma muy mal lo de los retrasos, pero son escasísimos los que temen por sus vidas o las de sus familiares".

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Menos regalos

Sin embargo, la empleada de la tienda de regalos de la estación, aseguró que había un descenso superior al 20% en la compra de objetos durante los días en que ETA difundió su amenaza. "Hoy miércoles [por ayer] la gente se ha comportado como siempre, porque al parecer la explosión no ha causado muchos retrasos, pero estos días atrás la gente pululaba por los pasillos, inquieta, y no pasaba a comprar".

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Los sillones, pasillos y exteriores de Chamartín se encontraban repletos de jóvenes ¡uristas con mochilas y comida para afrontar las horas de espera. "Sabemos qué es la ETA" -afirmaban dos alemanes- pero como no entendemos los periódicos ni la radio en español no nos enteramos de lo que ocurre aquí, así que no nos preocupamos de nada".

No obstante, muchos extranjeros y españoles, coincidieron en asegurar que desconocían el hecho de que en la madrugada de ayer estallara otra bomba de la organización terrorista.

La sensación que se podía deducir era que los pasajeros afectados por los "incordios" de ETA, se enojan, se enfandan y acaloran durante las horas de esperas, hasta no comprar regalos a sus familiares. Pero cuando llegan a sus destinos, ya hay otros usuarios sin ganas de pensar en más retrasos que los cotidianos, y por supuesto sin la más mínima preocupación por las amenazas de ETA.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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