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Un niño inteligente no lo es siempre y si no recibe apoyo sus dotes pueden desaparecer

Isabel Ferrer

La necesidad de preparar a padres, profesores, científicos o incluso políticos para que sean capaces de identificar y favorecer el desarrollo de los pequeños que muestran grandes aptitudes artísticas u obtienen excelentes resultados escolares es una recomendación de noveno congreso mundial dedicado a los niños superdotados clausurado en La Haya. Un niño inteligente no lo es siempre y sus condiciones pueden malograrse si no recibe apoyo y estímulo. Además, el talento de las niñas suele ser infravalorado y la falta de medios acaba por anular las posibilidades infantides en países en desarrollo.

A pesar de su diversidad cultural, los 700 representantes de 42 países que asistieron al encuentro coincidieron en una misma definición de la inteligencia. En lugar de describirla como una facultad estática supeditada a la herencia, hablaron de la influencia del entorno en su desarrollo. Y de la necesidad de que tanto padres como profesores permanezcan alerta para así descubrir y Apoyar a los pequeños dotados.Sobre sus aptitudes pesan aún numerosos malentendidos que este congreso ha tratado de enumerar para así poder evitarlos. No es cierto, por ejemplo, que un niño inteligente vaya a serlo siempre. Si no recibe apoyo o los suficientes estímulos desde el exterior, sus dotes pueden desaparecer por completo. Tampoco es verdad que no precisen la ayuda de programas especiales porque disfrutan ya de una capacidad superior al resto. Un niño superdotado no es un modelo de perfección ni tiene por qué mantener el mismo grado de prestaciones en todas las áreas. En cuanto a su procedencia social, las clases medias o altas no presentan mayores índices de niños muy brillantes. Sí es cierto que los problemas económicos familiares o estructurales, como sucede en el Tercer Mundo, complican su identificación y desarrollo.

Talentos perdidos

Representantes de África y América Latina compararon sus distintos modelos educa0vos, y maestros e investigadores coincidieron en señalar que la mejor materia prima es la inteligencia y que los talentos perdidos no pueden reemplazarse. "En países donde el hambre amenaza a millones de pequeños y la mayoría no serán nunca escolarizados, formar a profesores capaces de educarlos supone el primer reto", señala Nicholas Anim, profesor de la Universidad de Namibia. "En África, los niños más dotados ayudan a sus compañeros e incluso se encargan a veces de dar clases ante la escasez de docentes. Desaprovecharlos es lamentable, aunque por ahora nuestra principal inquietud es educarlos a todos".Para las niñas superdotadas, el principal problema consiste en ser reconocidas y respetadas. Su brillantez pasa muchas veces inadvertida en la escuela primaria o no se le concede la misma importancia que a la de un niño. En la secundaria pueden tratar de evitar la obtención de buenas notas por miedo a que ningún chico se les acerque. "Eso sin olvidar que las profesores no suelen esperar tanto de ellas como de los muchachos y no aceptan con la misma facilidad su talento", según señala Franz Mónks, psicólogo y director del congreso.

"La fundación de una institución capaz de entrenar a los maestros sobre la superinteligencia como parte adicional de sus programas de estudios supondría la primera empresa conjunta de carácter europeo en este terreno y ayudaría además a conjurar este problema", apunta el propio Mónks. En estos momentos, Eurotalent y Echa, orientadas hacia el área de países latinos y anglosajones .trabajan en el terreno de los niños superdotados, aunque desde perspectivas distintas.

Una clase práctica

Durante el congreso fue constituido también el Comité Iberoamericano para la Educación del Talentoso. El grupo formado por Argentina, España, México y Perú trata de aunar criterios en los países iberoamericanos sobre la educación de los superdotados. Entre sus fines aparece el fomento de la investigación y el intercambio de las corrientes psicopedagógicas desarrolladas en cada país.La soprano holandesa Cristina Deutelcom, niña prodigio en su momento, ahora con 57 años, repetía a una estudiante de cante de apenas 20 años, "nóoot ... te, nóoot ... te. Frasee ahora que está aprendiendo. De otro modo, en el futuro, con su voz unida a la orquesta y los coros, nadie comprenderá su entusiasmo o lamentos al interpretar un pasaje". La joven aspirante a prima donna formaba parte del grupo de nueve sopranos y un tenor escogidos en los conservatorios de Holanda para asistir a las clases magistrales que la cantante impartió.

Pequeña y expresiva, Cristina Deutekom mostró durante las 14 horas de clase magistral la técnica y cualidades dramáticas que la llevaron a cantar junto a Plácido Domingo, José Carreras o Luciano Pavarotti.

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