_
_
_
_
_

La popularidad de Major, en juego

A pesar del complejo asesoramiento que les rodea, nuestros partidos políticos se comportan a veces con una crudeza sorprendente. Tomemos como ejemplo el ataque a John Major en relación con el Bank of Credit and Commerce. (...) Si Margaret Thatcher, antes de su caída, el pasado noviembre, era un potencial activo electoral para los laboristas, capaz de espantar votos hacia las filas del adversario, con John Major ocurre lo contrario: es más popular que su propio partido en las urnas, y también bastante más popular que Kinnock. Así que los laboristas se propusieron desacreditarle: primero con la etiqueta de indeciso, que, momentáneamente pareció dar resultado, pero que no pudo mantenerse por mucho tiempo. Ahora intentan hacerlo proclamando que es responsable del fiasco del BCCI, porque sabía lo suficiente como para actuar, pero sus vacilaciones le impidieron hacerlo. Hay una regla muy útil en política que dice que la pregunta que cuenta realmente es aquella cuya respuesta se conoce de antemano. Ésa es la pregunta que se formula con verdadera fuerza. Si Neil Kinnock tiene la certeza de que John Major tiene cosas oscuras que esconder, cosas que no pueden permanecer ocultas mucho tiempo, entonces la furia de sus acusaciones se verá justificada. Si, simplemente sospecha que es culpable, pero ignora cómo y cuándo, entonces (...) corre el riesgo de darse de narices contra el suelo. (...) 30 de julio

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_