Viudas de guardias civiles impiden un desahucio al enfrentarse con la policía
Cerca de cincuenta vecinos, en su mayoría mujeres de guardias civiles, impidieron ayer el desahucio de la vivienda de Teófilo Lafuente, de 69 años y miembro jubilado de] cuerpo, enfrentándose a los agentes antidisturbios que intentaron acceder al domicilio. Así expresó Teófilo su agradecimiento a las viudas: "Los tienen como el caballo de Espartero, por decirlo dé una forma gráfica".
Teófilo Lafuente, un trompeta que ha servido 40 años en la Guardia Civil, se mostró en todo momento agradecido hacia sus colegas del cuerpo. "Los guardias jubilados también han ayudado, pero sólo los que eran de subteniente para abajo, porque a los oficiales no les ha llegado ninguna orden de desalojo, y son de los que piensan que estando bien con Dios se puede cagar uno en todos los santos".Como consecuencia de la carga policial, Manuela Saavedra, inquilina de una vivienda contigua, a la que se intentó también desalojar el mes pasado, tuvo que ser ingresada en el hospital Nuestra Señora de Loreto con un fuerte estado de ansiedad.
La mujer, recientemente operada del corazón, ingresó con una contusión en el tórax producida durante los incidentes entre vecinos y policías, y fue dada de alta poco después del mediodía, informa Efe.
Javier Lafuente, hijo del matrimonio afectado por el desahucio y que encabezaba el grupo de vecinos, fue ' el que atendió en un primer momento a la vecina contusionada.
Durante la carga policial algunas de las personas presenten solicitaron la presencia de la autoridad gubernativa, alegando que había "gente que portaba armas".
Los vecinos, todos ellos inquilinos de viviendas de la Guardia Civil, manifestaron que tenían intención de recurrir "a todos los medios judiciales posibles para denunciar la actuación policial" y de movilizarse conjuntamente "para evitar que se vuelvan a producir situaciones de este tipo".
Teófilo Lafuente había recibido la comunicación del levantamiento de su vivienda, situada en la calle de Sotomayor, 11, propiedad de la Guardia Civil, en febrero de 1989 por orden del Juzgado de Instrucción número 34.
Fin del contrato
Según el Patronato de Viviendas de la Guardia Civil, el contrato de arrendamiento debía finalizar cuando el inquilino causase baja en el servicio, situación en la que se encuentra Teófilo Lafuente desde marzo de 1988.El abogado de la familia recurrió el mandamiento de desahucio al considerar que elcontrato de la vivienda debería regirse por la Ley de Arrendamientos Urbanos y no por normas específicas del Patronato de Viviendas de la Guardia Civil.
Lafuente recibió una cédula de emplazamiento que debía ser devuelta a la Audiencia Provincial para fijar el día de presentación del recurso, cédula que, según las autoridades judiciales, fue remitida firmada por el afectado, que no se presentó dentro del plazo previsto, por lo que el recurso fue invalidado.
Teófilo Lafuente aseguró que él nunca firmó ese papel y que pudo comprobar que el "supuesto documento firmado por mí que me enseñaron no tenía fecha, por lo que ayer volvimos a presentar un escrito en el que se solicitaba la suspensión del procedimiento".
Gran parte de los vecinos de la calle de Sotomayor están afectados por órdenes de desahucio por encontrarse en situaciones similares y algunos de ellos ya han abandonado sus viviendas. La mayoría de las viudas cobran una pensión de aproximadamente 40.000 pesetas.
Lafuente, que tiene cuatro hijos y vive con su mujer y con su hija menor, paga un alquiler de 4.500 pesetas y Cobra una pensión de 120.000 pesetas mensuales.
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