Infinita paciencia
Leo con indignación en EL PAÍS del sábado día 29 de junio que vecinos de Mancha Real vuelven a dar muestras de incivilización y barbarie quemando la casa de otra familia gitana.Escribo esta carta para manifestar. mi repulsa porque sigan ocurriendo hechos tan cargados de odio racista y para mostrar mi solidaridad con el pueblo gitano, que a través de la historia ha dado, y sigue dando, muestras de poseer una paciencia y una resignación infinitas.
Pero quiero aprovechar para que hagamos una reflexión y no quede todo reducido a espantarnos por estos hechos que trascienden a la opinión pública y por eso tienen tanta relevancia. Detrás de todo esto está la marginación solapada y sistemática que día a día vive el pueblo gitano, un pueblo del que tan poco se ha preocupado de conocer bien el pueblo payo, conformándose con estereotipos y tópicos que son tan cómodos de aceptar.
Me siento honrada con tener buenos amigos y amigas entre personas de esta etnia, y hechos como el de Mancha Real hacen que me avergüence de ser paya.-