Soares y Cavaco confirman finalmente su asistencia a la cumbre iberoamericana de Guadalajara

El presidente de Portugal, Mario Soares, y el primer ministro, Aníbal Cavaco Silva, confirmaron a última hora de ayer a los Gobiernos de México y España su participación en la cumbre iberoamericana de Guadalajara, que se celebrará el jueves y el viernes. Horas antes del anuncio oficial, la televisión estatal había señalado que ni Soares, socialista; ni Cavaco, socialdemócrata, asistirían a la cumbre debido a supuestas divergencias entre ellos sobre quién debe dirigir la política exterior. El Gabinete del jefe de Gobierno desmintió que hubiese conflicto y señaló que "bajo ninguna circunstancia" puede estar Portugal en situación desigual respecto a España.

Ambos dirigentes se reunieron durante la tarde en el palacio presidencial de Belem y acordaron que asistirían a la reunión Posteriormente, una nota de la presidencia anunciaba que se reunían todas las condiciones para una "participación plena" de Portugal en la cumbre.Cavaco recibió ayer a dos enviados del presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, que supuestamente le convencieron de que Portugal no debía de descolgarse de la cumbre en la que esta prevista la participación de los jefes de estado de los 19 países iberoamericanos, España y Portugal, más los jefes de Gobierno de estos dos últimos países.

Fuentes diplomáticas españolas estiman que la dubitativa actitud lusa puede deberse al temor de que la cumbre sea una especie de "fiesta española". Portugal había mostrado ya su reticencia a la creación de una Comunidad Iberoamericana de Naciones, por entender que el término "iberoamericano" ofrece connotaciones demasiado españolas y se asemeja a hispanoamericano. La alternativa, a la que se oponen los otros 20 países participantes en la cumbre, era una fórmula que incluyera el término luso.

Entre tanto, los presidentes centroamericanos iniciaban ayer una reunión en El Salvador, mientras el Gobierno y la guerrilla de este país coincidían en su esperanza de que los jefes de Estado lograsen avances para poner fin a la guerra.