Picke Bierman

"Si alguien puede escribir de sexo con conocimiento de causa, ésa soy yo", señala Pieke Bierman, una alemana alta, rubia y espigada, de 41 años, que ejerce de centro de todas las miradas en la Semana Negra de Gijón, que concluye mañana.Bierman, que trabajó como prostituta durante cinco años e impulsó la creación del sindicato de prostitutas alemanas, ha recorrido un largo y sinuoso camino, que la llevó desde una doble licenciatura de literatura alemana y ciencias políticas por la Universidad de Hannover a convertirse en autora de unas originales novelas del género negro en las que el sexo juega un papel destacado.

Confiesa Bierman que cuando entró en la prostitución valoró sobre todo que era una profesión que le permitía "conseguir el máximo de dinero con el horario más cómodo". Antes había trabajado en otros oficios, entre ellos el de cartero y, según cuenta con un guiño, "nunca llamaba dos veces". Lo del género negro vendría más adelante, concretamente en 1987, con la publicación de Potsdamer ableben. Tres años después publicaba Violetta (1990), éxito de ventas en Alemania.

Para no desentonar con el original contenido de sus libros, quiso Pieke Bierman celebrar la entrevista en una de las duchas del Tren Negro que trasladó a Gijón desde Madrid a los escritores invitados en la Semana Negra. En la placidez de la ducha, Bierman explicó que en sus dos libros publicados hasta ahora, y también en el tercero, que aparecerá el próximo año, "los protagonistas son los miembros de una curiosa brigada capitaneada por una comisaria de unos 50 años que no puede realizarse sexualmente por falta de tiempo. Ésta tiene a sus órdenes un policía casado con una mujer que fue feminista radical, un policía homosexual, una joven lesbiana y una secretaria judía". A este heterodoxo equipo se añade un grupo de prostitutas que se ven a menudo implicadas en la acción.

"Creo que el sexo es importante", comenta Pieke Bierman ante este florido escaparate de tendencias sexuales, "porque condiciona toda la vida de las personas. Por eso creo que tengo que describir la situación sexual de cada uno de los personajes".

Berlín, ciudad que fascina a, Pieke Bierman, es el escenario de todas sus novelas. "Cada una de ellas transcurre en un lugar determinado de la ciudad", comenta, "aunque no sigo el sistema de Léo Malet, que es mucho más sistemático en su método sobre París".

"Berlín está cambiando", añade Bierman, "ya que Berlín Oeste ha dejado de ser una isla, pero al menos durante una generación seguirá siendo dos ciudades distintas".

Sobre la presencia del sexo en la novela negra opina la escritora: "La mezcla de sexo y crimen es muy propia de la novela norteamericana de los años treinta y cuarenta. Hay muchos libros, escritos sobre todo por hombres, en los que se trata el sexo de una manera artificial y aburrida, y siempre mezclado con la violencia. Para mí es muy importante la vida sexual de mis protagonistas, ya que crea una base personal y emotiva".

"No pretendo escribir sobre crímenes sanguinarios", precisa. "Lo que me interesa es la gente normal q ue, un día, por sorpresa, empieza a hacer el mal. Trato de describir cómo una persona normal puede convertirse en un criminal".