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IU aúpa a Leguina a la presidencia regional

Juan Carlos Sanz

Los 13 diputados de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid le dijeron sí al socialista Joaquín Leguina. Y los 41 del PSOE, también. Pero ayer, antes de ser investido por tercera vez presidente de la Comunidad, Leguina tuvo que capear dos horas de oposición frontal desatada por el portavoz del PP, Alberto Ruiz Gallardón. Con gran "afecto" le dijo de todo: "marioneta", "títere", "presidente vigilado [por los aparatos de los partidos]". El líder popular tampoco escatimó invectivas -ni fábulas- para los parlamentarios de IU, a quienes bautizó como "herederos de Piñeiro".

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La sola mención de Nicolás Piñeiro, el diputado tránsfuga que en la pasada legislatura salvó a Leguina de la moción de censura, bastó para que la portavoz de IU esgrimiera la cruda aritmética parlamentaria: "Usted se queda en la oposición como yo me llamo Isabel Vilallonga". Y añadió que el discurso de Ruiz Gallardón fue "mediocre, descalificador e insensato".Mientras tanto, IU aún no ha contestado a la invitación de Leguina para que entre en su Gobierno. Pero los representantes madrileños acudirán mañana, sábado, al consejo federal de IU con una copia del diario de sesiones de la Asamblea. "Anguita debe saber lo que puede pasar si Leguina no tiene apoyo suficiente", reveló un miembro de la coalición.

A pesar del "acuerdo programático" suscrito con los socialistas, IU dejó constancia de sus discrepancias: nacionalización de las líneas de autobuses regionales, parque natural en el monte de El Pardo y moratoria para el tramo norte de la M-40.

La campaña de El Escorial

En su discurso del miércoles Leguina había denunciado la "cutrez" del monumento a La Violetera, erigido por el Ayuntamiento en la calle de Alcalá, como modelo cultural de la derecha. Ruiz Gallardón contratacó al desvelar que en una de las campañas del carrillón del monasterio de El Escorial, reconstruido por la Comunidad, figura una inscripción en bronce que conmemora en latín la presidencia de Leguina.Al guerrista Teófilo Serrano, que tomó ayer la alternativa en el Parlamento autónomo, le recibió Ruiz Gallardón con un puyazo en todo lo alto. "Aquí no somos ujieres, señor Serrano, esto no es el ministerio y podemos expresarnos con libertad", le espetó Ruiz Gallardón con gran regocijo de los 46 diputados de su cuadrilla.

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Sin embargo, Leguina aprovechó los turnos de réplica para despacharse a gusto con Ruiz Gallardón. "Yo también le tengo cariño [el líder popular reiteró que, a pesar de sus críticas, tenía "afecto" a Leguina], pero no hay hijo de madre que distinga lo que [ataque] personal y lo que es político".

Al final escampó y todos los diputados en pie, incluidos los del PP, prorrumpieron en aplausos a Leguina -único presidente hasta ahora de la Comunidad-, a quien nadie, ni siquiera Ruiz Gallardón, le discute la habilidad para mantenerse en el cargo.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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