El puerto de Madrid
En la ciudad operan compañías consignatarias de buques, de estibadores y navieras
Pablo ha visitado varias navieras buscando buque donde embarcarse. Las oficinas no tienen vistas al mar y el aire no está impregnado de salitre, porque este marino busca trabajo esquivando atascos en el centro de la capital. Y es que aquí operan la mayoría de las compañías consignatarias de buques, de estibadores y navieras, los despachos de derecho marítimo y seguros y hasta algunos mecánicos navales. Es el puerto de Madrid; para algunos, el primero; para otros, simplemente puerto de papel, porque la capiltal concentra la burocracia de la Administración.
"Madrid es el primer puerto de mar". La frase, que recuerda algún restaurante de secano con nombre marinero y suena a pescadería de gran arraigo en la capital, es también de un portavoz de la Dirección General de la Marina Mercante que explica que todo el trabajo de coordinación de seguridad, tráfico marítimo y registro de buques se realiza en Madrid. Los permisos y licencias sólo se expiden en esta ciudad. En los puertos hay delegados que pueden tramitarlos, pero, en definitiva, tienen que dirigirse a la dirección general para su gestión.Algo parecido ocurre con los problemas de seguridad marítima y contaminación, cuya competencia no está por el momento transferida a las correspondientes autonomías. En cambio, el título de patrón de yate se puede obtener fuera de Madrid, pero el hecho es que más del 70% de los aspirantes se examina en la capital.
"Los propietarios de los barcos no están en Madrid, sino en los puertos, pero las navieras tienen oficinas en la capital porque está la Administración; la ciudad tiene que ser puerto porque están en ella las oficinas del Ministerio de Comercio", afirma Javier Pereda, representante de una naviera. La empresa de Pereda pertenece a la Asociación de Navieros Españoles (Anave), que agrupa al 90% de las compañías españolas. Según datos de la asociación, 31 de sus 88 asociados operan en Madrid.
José María Crespo, apoderado de una de las numerosas compañías consignatarias de buques -representantes de los propietarios de barcos- asentadas en Madrid, cree también que la capital es, en realidad, un puerto a la fuerza. Quizá sea por esa faceta obligada y contradictoria de Madrid por lo que la Cámara de Comercio e Industria madrileña, aunque también lo es de Navegación, omite pudorosamente esa calificación en su nombre.
Seguros marítimos
Alguna compañía estibadora -acomodo y desacomodo de la carga en los buques- mantiene sus oficinas en Madrid porque trabaja en distintos puertos muy lejanos unos de otros y necesita un sitio intermedio para relacionarse. El caso es que por lo centralista o lo central se instalaron todos en Madrid, también los abogados especializados en derecho marítimo y los aseguradores. Gonzalo Navarro trabaja en una empresa de seguros marítimos. "La cuarta de España en seguros de cascos de barcos".
Navarro, que vive en Madrid, aunque se desplaza constantemente a los puertos "de verdad", explica que las pólizas se contratan en los puertos y las averías se examinan allí, pero los pagos se hacen en Madrid y también las operaciones fuertes. Comenta que la competencia también funciona desde o en Madrid.
En el taller de mecánicos navales donde trabaja José Talavera hacen también viajes a los puertos. Una o dos veces al mes se desplazan para reparar turbocompresores, su especialidad, pero sólo tienen taller en Madrid. Esta empresa la integran ocho técnicos que, además de viajar, reciben piezas de 800 kilos cuyo arreglo les lleva de una a cuatro semanas.
Madrid cuenta con Escuela de Ingenieros Navales, y es sede del Cuartel General de la Armada. Incluso han proliferado en la ciudad las tiendas de efectos navales, puramente decorativos, y las que ofrecen equipo a los navegantes de pantano. Almirantes, capitanes de corbeta, fragata y riavío lucen sus galones por el paseo del Prado cuando salen de trabajar. Cerca, en el Retiro, algunos marineros remian sin horizonte.
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