Amedo estuvo con cuatro mercenarios antes de atentados de los GAL, según dos testigos
El policía José Amedo se reunió en la cafetería del hotel Londres, en San Sebastián, con cuatro mercenarios de los GAL en fechas inmediatamente anteriores a algunos atentados de esta banda, según declaró ayer Agustín Irastorza, camarero de ese establecimiento. Un fisonomista empleado del casino Kursaal, José Ramón Garmendia, vio al mercenario Lucien Mattei con los policías Amedo y Domínguez en fechas previas a otro atentado.
Agustín Irastorza, camarero desde hace trece años en el hotel Londres, identificó en un álbum fotográfico a los mercenarios de los GAL Roland Sampietro, Patrick de Carvalho, Lucien Mattei e Yves Peignier, de quienes dijo que eran clientes del hotel en las fechas previas a algunos de los atentados reivindicados por los GAL. Los dos procesados han negado reiteradamente conocer a ninguno de los mercenarios.Ante el tribunal que juzga el caso Amedo, el empleado describió a Sampietro, "persona que vestía de forma llamativa, con muchos colgantes y pulseras", como participante en una reunión con los policías procesados, a la que también asistió Patrick de Carvalho y una quinta persona "de abundante pelo negro con muchas canas, estatura mediana y de alrededor de 50 años". Irastorza, que atendió la mesa donde cenaron, dijo a preguntas de la acusación que los comensales hablaban en francés y Michel Domínguez iba traduciendo la conversación a Amedo.
Entre los empleados del hotel, según este testigo, se comentaba que cada vez que Amedo y Domínguez aparecían por el establecimiento se iba a producir un atentado de los GAL. Entre el personal del hotel era conocido que las fotos de los mercenarios se habían publicado en el diario francés Sud-Ouest, y comentaron: "Mira, son los que vienen por aquí".
Este testigo vio en el hotel, por separado, a los mercenarios Lucien Mattei e Yves Peignier. Preguntado sobre cómo era posible que se acordase de ambos, respondió: "Es que lo de estos señores era ya fuera de lo normal".
José Ramón Garmendia, con diez años de antigüedad en el casino, dijo haber visto a Mattei con Amedo y Domínguez en alguna ocasión, aunque precisó que el mercenario iba habitualmente solo. El empleado corroboró las coincidencias entre las estancias de Amedo y los atentados de los GAL y agregó que cuando se les veía aparecer, en el casino decían: "Joder, o ha ocurrido algo, o algo va a ocurrir". Cuando el defensor inquirió sobre la precisión con que recordaba a Mattei, Garmendia replicó: "Hay cosas que no se olvidan, como el día que me casé".
Irastorza indicó que en el curso de un careo entre Amedo y él ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, el policía le acusó de militar en Herri Batasuna y de estar pagado por ETA, extremo que el testigó calificó de rotundamente falso.
Tanto Irastorza corno Garmendia apuntaron que Amedo solía recibir llamadas en el hotel a nombre de "Thomas", identidad por la que era conocido por los mercenarios franceses, según consta en el sumario del caso. Garmendia afirmó haber recibido amenazas de muerte tanto en su domicilio como en el casino, después de que declarase ante el juez Baltasar Garzón.
Juan María Hernández Landa, también empleado del casino, se desdijo de sus primeras declaraciones ante la policía, en las que relacionó a Amedo con "Thomas". Ayer ante el tribunal dijo con evidente nerviosismo que él conocía a un tal "señor Tomás" que iba por el hotel. A Amedo no le identificó ni como cliente del hotel.
"Noviazgo con miras a más"
La hermana y el cuñado de Inmaculada Gómez dijeron ante el tribunal que la ex amante de Amedo recibió amenazas del policía si declaraba que le había visto preparar la bomba que mató al prófugo Juan Carlos García Goena. Estas amenazas se referían a la hija minusválida de Inmaculada y al kiosko que ésta regenta.Guadalupe Gómez, hermana de Inmaculada, y Adolfo Mediavilla, cuñado de la ex amante, señalaron que la relación entre Amedo e Inmaculada era "un noviazgo con miras a más". Confirmaron que Inmaculada les dijo que el policía había llevado a su casa una bomba que después fue utilizada para asesinar a García Goena. Ambos le desaconsejaron que denunciase los hechos.
La testigo dijo que su hermana le había contado que Amedo se había visto con varios mercenarios y citó entre otros al gal Jean Philippe Labade. "Inmaculada descansó el día que habló con el juez Garzón", añadió su hermana.
Por otra parte, el comisario Antonio Rosino, uno de los jefes policiales de Amedo que declaró días atrás en el juicio, manifestó ayer a Teleceuta: "Es indudable que el GAL le ha hecho un gran favor al Estado, aunque el fin no justifica los medios y al GAL hay que perseguirlo".
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