La cúpula del PSOE, comprometida a explicar cómo y en qué plazos pagará sus deudas
J. G. l. La dirección del PSOE tuvo que comprometerse el jueves a explicar cuanto antes de qué modo va a pagar las actuales deudas del partido -que ascienden a 5.995 millones de pesetas, según el secretario de organización, Txiki Benegas- e incluso en qué plazo prevé que queden amortizadas de forma sustancial. Felipe González advirtió que la campaña socialista ante las elecciones legislativas de 1993 tendrá que ser "muy austera".
En cuanto terminó la reunión de la ejecutiva federal, en la que Felipe González y Ramón Rubial, principalmente, habían sostenido que el Partido Socialista "no tiene otra salida" que la de presentar en todo momento unas cuentas claras ante la sociedad, Benegas reveló en una conferencia de prensa el endeudamiento del partido y anunció la elaboración de un plan de financiación para sufragarlo.Ese sucinto anuncio respondía a la exigencia lanzada minutos antes por Felipe González ante los dirigentes del PSOE acerca de que éste partido "no puede instalarse en el cinismo", especialmente tras el ejemplo de lo sucedido en el Partido Socialista Francés, protagonista en los últimos años de varios escándalos por corrupciones. Desde esa perspectiva, el secretario general del PSOE propuso la urgente elaboración de un plan que especifique los recursos que necesita el partido, las instancias a las que va a recurrir y los plazos en los que prevé cancelar sus deudas.
El líder socialista comprendió las resistencias de los candidatos electorales a restringir gastos cuando se encuentran acuciados por la rivalidad con otros partidos, pero advirtió que la campaña para la elección de diputados y senadores en 1993 tendrá que ser "muy austera".
Varios dirigentes socialistas, entre ellos algunos ex ministros y gobernantes de Comunidades Autónomas, han empezado a manifestar en conversaciones privadas su voluntad de crear un clima de opinión "completamente hostil a las irregularidades en la financiación de su partido.
Sanciones y reformas
Esos dirigentes, que hasta el momento han renunciado a declaraciones a la prensa -excepto Joaquín Almunia, ex ministro para las Administraciones Públicas-, se declaran partidados de promover cuantas medidas organizativas, personales y legislativas hagan falta para disipar toda sombra de duda sobre los ingresos y gastos del PSOE, y sobre la financiación de todos los partidos.
Uno de los portavoces de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha, declaró ayer que las decisiones tomadas por la ejecutiva federal del PSOE enirañan una contradicción que, a su juicio, va a generar "mayor preocupación entre los ciudadanos y, de ningún modo, va a servir para tranquilizarles", en contra de lo que afirmó el pasado viernes la portavoz del Gobierno, Rosa Conde.
De la Rocha considera una "incongruencia" negar la existencia de Irregularidades en las relaciones de las empresas Filesa y Time Export con el PSOE y al mismo tiempo acordar el apartamiento de Guillermo Galeote como secretario de Finanzas y la destitución de Carlos Navarro como responsable de finanzas del Grupo Parlamentario Socialista.
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