El contable de Martín Toval

Pero, ¿quién es Carlos Navarro, el destituido tesorero parlamentario del PSOE?. Su historia financiero-política empieza, entre aplausos, en Barcelona, y acaba de culminar, entre sonrojos, en Madrid. Aplausos barceloneses ahora. caídos en el olvido. La dirección del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) ha intentado situarse al margen del escándalo de FIlesa en la polémica financiación del PSOE. Aduce que ambos partidos tienen entidad jurídica propia y diferenciada y que sus cuentas están separadas.

Entre ambos partidos, sin embargo, existe un nexo: Carlos Navarro, militante y ejecutivo del PSC v hasta su dimisión, coordinador de finanzas del grupo socialista en el Congreso. Navarro, segundo de a bordo de Guillermo Galeote al frente de las finanzas del PSOE, estuvo vinculado directamente a las empresas Filesa y Time Export, sobre las cuales -según aseguró un ex empleado- ha mantenido siempre un estrecho control.

Antes de aposentarse en el Congreso, Carlos Navarro había controlado la secretaría de finanzas del PSC de 1980 a 1990.

Miembros de la ejecutiva del PSC aseguran, no obstante, que Navarro abandonó en la práctica esta responsabilidad en 1988, para ocuparse de las finanzas del grupo parlamentario en el Congreso y actuar como adjunto de Guillermo Galeote. Su trabajo en Madrid coincidió con el momento de máxima actividad de Filesa y Time Export.

La dirección de los socialistas catalanes le atribuye una organización "brillante" de la economía del partido, en la que introdujo una férrea disciplina para contener el gasto y restañar el déficit. Y descarta que Navarro pudiera estar implicado en ninguna irregularidad mientras controló las cuentas del PSC. Sobre todo, porque el partido niega tener ninguna fuente de financiación que no sean las subvenciones del Estado, las cuotas de sus militantes y cargos, y el crédito.

Afinidades

Militante socialista desde 1973, Navarro es un hombre afín al actual portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Eduardo Martín Toval. Entró de su mano en la ejecutiva del PSC en 1980 como responsable de finanzas. En 1982 consolidó su posición, pese a que su principal mentor fue uno de los grandes perdedores del congreso. Martín Toval fue entonces la punta de lanza de la candidatura contraria al cuarteto Joan Reventós-Ralmon Obiols-Narcís Serra-Pasqual Maragall, emblemático del socialismo más autonomista.Derrotado con estrépito, decidió reorientar su carrera política: recaló en Madrid, fue acogido por el núcleo duro del guerrismo (al que antes se había enfrentado, así como a la Federación catalana del PSOE que se integró en el PSC) y al fin obtuvo el nombramiento, en 1985, de portavoz parlamentario.

El alineamiento de Navarro con Martín Toval no ha impedido sus buenas relaciones con el secretario de organización del PSC, Josep Maria Sala, uno de los principales hombres de confianza de Obiols. Algunos consideran que ha actuado como puente entre Martín Toval y el aparato obiolista del PSC, distante tanto del guerrismo como de la corriente encabezada por Carlos Solchaga. De hecho, Navarro y Sala compartieron la propiedad de Time Export entre 1987 y 1988, y el desembarco del primero en Madrid coincidió con la incorporación del segundo a la ejecutiva del PSOE.

Carlos Navarro, de 42 años, casado y con dos hijos, es experto en auditorías y gestión. Trabajó en una entidad financiera de Sabadell hasta 1986, en que fue elegido diputado. Introvertido y "buena persona", dicen sus compañeros, "es seguro que no se ha enriquecido personalmente". "Su patrimonio es escaso y tiene un coche modesto", afirman.

Los parlamentarios y empleados del Grupo Socialista le conocen porque es "el que pagaba" y autorizaba cualquier gasto de la oficina parlamentaria. Navarro acudía cada día a la plaza de las Cortes, número 9, para ocupar un despacho en la tercera planta con el rótulo de coordinador de Administración y Finanzas.

'Filesas' en Ferraz

Este cargo es relevante en el PSOE porque, a diferencia de otros grupos, los socialistas no reciben del Parlamento directamente su salario como parlamentarios, sino que el dinero iba al grupo, es decir, lo distribuía Navarro, tras deducirles las multas.Empleados de la casa aseguran que el único dinero que puede manejar Navarro en el grupo es que el llega de las Cortes y señalan que "si hay Filesas deben quedar para: Ferraz", -la calle madrileña donde está la sede federal del PSOE-, donde Navarro tiene también despacho.

Efectivamente, desde que Felipe González ordenara en 1987, al hacerse cargo Galeote del puesto, que las finanzas debían llevarse desde Ferraz, de forma centralizada, se terminó la práctica anterior según la cual cada federación iba por libre con la consecuencia del marasmo contable y la dispersión de los mecanismos de captación de recursos.

Esto es lo que dice el aparato del partido socialista, para el que las cuentas están en estos años "mucho más claras que antes", en la época de Emilio Alonso. Pero, a lo que se ve, no tan claras como para evitar la tempestad de estas semanas.