Control exhaustivo y amenazas
Pedro Manuel Casas y Antonia Charles están ilocalizables. En estos momentos disfrutan de su mes de vacaciones. TV3 emitió ayer unas declaraciones de Antonia Charles en las que explicaba que el resto de mujeres de la casa cuartel de Vilafranca intentaban ayudarles, "aunque no servía para nada". La pareja se vio sometida durante semanas a un control exhaustivo de sus entradas y salidas de la casa cuartel. "También recibí todas las amenazas que se puedan Imaginar. No dormía, no comía, todo eran problemas", declaró.
Tras la sentencia, la pareja espera que no existan represalias y que su vida en el interior de la casa cuartel se normalice. A su regreso de vacaciones, la pareja solicitará una de las viviendas de la casa cuartel de la Fuente de San Luis de Valencia, su nuevo destino.
En la misma situación que esta pareja, se encuentran otras personas, según Charles, "y algunas están arrestadas".
Antonia Charles narró su experiencia en la casa cuartel. Después de sorportar discriminaciones, llegó a imaginar las más dispares soluciones. "Incluso pensé en instalar una tienda de campaña a la puerta de la casa cuartel", señaló.
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