Los miembros de las Fuerzas Armadas pasarán de 268.000 a 180.000 en diez años

Las Fuerzas Armadas españolas contarán con un total de 180.000 militares a principios del próximo siglo, según reveló la semana pasada el ministro de Defensa, Julián García Vargas, durante un almuerzo con los portavoces de los grupos parlamentarios y los miembros de la mesa de la Comisión de Defensa del Congreso. Esta cifra supone una reducción de más del 30% sobre los actuales efectivos de las Fuerzas Armadas, que ascienden a 268.000 personas.

El dictamen sobre Fuerzas Armadas y Servicio Militar, que el PSOE ha presentado en el Congreso, elude pronunciarse sobre el número de miembros que deben tener los ejércitos y sólo menciona, de forma genérica, la necesidad de "reducir el volumen total de efectivos militares".No obstante, el ministro de Defensa, Julián García Vargas, admitió a preguntas de la oposición, durante un almuerzo celebrado el pasado martes en la sede del departamento, que su previsión es contar con un total de 180.000 militares al comenzar el siglo XXI.

La reducción, según fuentes próximas a Defensa, afectará sobre todo a los soldados procedentes del reclutamiento obligatorio, 190.000 en la actualidad, que podrían quedar prácticamente en la mitad, como consecuencia de la reducción de la mili de 12 a nueve meses y del importante efecto de la caída de la natalidad en el número de varones en edad militar a partir de 1996.

A grandes rasgos, los 180.000 efectivos de las Fuerzas Armadas españolas estarán integrados por un 50% de reclutas forzosos (unos 90.000); un 28% de oficiales y suboficiales (unos 50.000) y un 22% de tropa profesional (unos 40.000). Ello supone que .habrá que incrementar notablemente el número de soldados voluntarios o profesionales, que ahora suman 22.500, incorporando también a las mujeres.

Reestructuración militar

En cambio, el número total de cuadros de mando de las Fuerzas Armadas, entre oficiales y suboficiales, apenas sufrirá una pequeña reducción sobre la cifra actual, situada en 56.000. Ello no significa que los militares profesionales no vayan a verse afectados por la reestructuración, pues el propósito, recogido en el dictamen del PSOE, es "reequilibrar las tasas de proporcionalidad entre el número de oficiales y suboficiales", reduciendo los primeros y aumentando los segundos.De los 55.516 cuadros de mando con que cuentan las Fuerzas Armadas, según las órdenes ministeriales de plantillas del pasado 7 de marzo, un total de 27.037, casi el 49% del total, son oficiales, un porcentaje que es considerado excesivo por la mayoría de los expertos. El problema, sin embargo, no se plantea por igual en todos los ejércitos.

Una vez descontados los llamados cuerpos comunes (como el Jurídico o el de Sanidad), que por su propia naturaleza están integrados exclusivamente por oficiales, el Ejército de Tierra es el que mayor proporción de oficiales tiene, más del 47%, frente al 38% de la Armada o el Ejército del Aire. Se da la circunstancia de que Tierra es precisamente el ejército que acoge a la inmensa mayoría de los reclutas, por lo que debería tener una mayor proporción de suboficiales que la Marina o la Fuerza Aérea.

Las futuras leyes de Plantillas, derivadas de la ley del Personal Militar Profesional, que entró en vigor en enero de 1989, serán el marco en el que deberá plasmarse la reestructuración de los cuadros de mando militares, aunque su aprobación no parece posible antes de julio de 1992.

Aunque hay estudios precisos sobre el futuro volumen y estructura de las Fuerzas Armadas (ver EL PAÍS del 10 de junio), el resultado de los mismos ha sido obviado en el debate parlamentario. Fuentes de la oposición atribuyen esta actitud al deseo de "no atarse las manos" con precisiones que impidan rectificar en el futuro, mientras otras fuentes creen que Defensa quiere evita cualquier idea de reestructuración en un momento de especia susceptibilidad militar por problemas corporativos y por la su cesión de noticias sobre escándalos, como el de la Armada.