Sólo el 30% de las plazas hoteleras españolas tienen cerradas sus reservas para este verano

A dos semanas de julio, sólo un 30% de las plazas hoteleras españolas tienen consolidadas sus reservas para los meses veraniegos, según el presidente de la patronal Zontur, Luis Callejón. La tardanza de los operadores extranjeros está provocando la incertidumbre y la guerra de precios. En muchos casos, los hoteleros venden a precios inferiores al año pasado, incluso a 1.000 pesetas la habitación de hotel de tres estrellas.

En general, la temporada turística veraniega se presenta algo mejor que el año pasado, y las compañías charter tienen sus vuelos llenos para este verano, según el responsable de la comisión de turismo de la CEOE, Gonzalo Pascual. Sin embargo, esa mejora no beneficiará a la industria hotelera, ya que el 80% de los visitantes se aloja en apartamentos, campings y otros establecimientos. Actualmente hay en España 920.000 plazas hoteleras y unos siete millones de plazas extrahoteleras. Las primeras previsiones indican que la ocupación será algo inferior al año pasado, y los precios, más bajos, lo que puede abocar a la crisis a numerosos establecimientos.Por países, el turismo inglés sufrirá un importante descenso, en la línea de los ya registrados en los últimos años. Esa disminución se verá compensada por la fortaleza del mercado alemán, y por probables incrementos del italiano, el francés y el procedente de otros países.

Turismo interior

Uno de los factores más novedosos para este verano será el incremento del turismo interior. Los visitantes españoles salvaron la campaña de Semana Santa, y se prevé un incremento en verano respecto a 1990. Según Luis Callejón, el aumento del turismo dentro de España vendrá propiciado por la apreciación del dólar frente a la peseta, que ha sido casi del 20% en el último año. El turismo español, que siempre había estado en segundo plano, empieza a recibir mayor atención por parte de los hoteleros, porque normalmente tiene mayor poder adquisitivo que el extranjero, que suele llegar con muy poco dinero en el bolsillo.

En las últimas semanas se ha desatado la inquietud en el sector hostelero ante la tardanza de los operadores extranjeros en consolidar sus reservas. En algunas zonas se han llegado a vender por entre 1.000 y 1.200 pesetas habitaciones de hoteles de tres estrellas, con desayuno incluido. En 1990, los precios se situaban, en los peores casos, entre 1.300 y 1.400 pesetas.

Hace cinco años, antes del estallido de la crisis turística, la demanda superaba la oferta de plazas, y los extranjeros tenían que reservar con mucho tiempo de antelación y pagar buenos precios. Según Luis Callejón, los hoteleros podían conocer con escaso margen de error desde febrero los niveles de ocupación del verano.

En los últimos tres años, el exceso de oferta ha desencadenado la crisis. Los operadores británicos fueron los primeros en retrasar cada vez más sus reservas, esperando a las ofertas de última hora y presionando a los empresarios hoteleros. Este año, incluso los operadores alemanes, habitualmente menos dados al regateo de última hora, han esperado hasta junio a consolidar sus reservas. En ocasiones, los operadores cierran sus reservas sólo una semana antes de la llegada de los turistas.

Los problemas que padece la industria hostelera este año, pese al aceptable tono general del turismo, confirman la gravedad de la crisis del sector. El exceso de oferta, la baja calidad de los establecimientos y el deterioro del entorno son problemas que aún no se han abordado en profundidad. Ni siquiera la guerra del Golfo -con la consiguiente retracción del turismo hacia los países del Magreb y Turquía- y el clima de guerra civil en Yugoslavia han bastado para devolver los turistas a las playas españolas.

El nuevo secretario general de Turismo, Fernando Panizo, tiene ante sí la difícil labor de reestructurar el sector hostelero, que le ha recibido muy bien. Luis Callejón ha afirmado que Panizo puede aportar mucho al turismo "desde la perspectiva de considerarlo como una industria, la primera del país", teniendo en cuenta su experiencia en reconversión de sectores en crisis.

Los representantes de las empresas turísticas tendrán el próximo jueves una primera reunión con el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Claudio Aranzadi, nuevo responsable del sector.