"Estoy muy orgullosa de cómo he jugado y eso es lo importante"
"Si hubiera ganado el último juego, todo habría cambiado". Arantxa Sánchez Vicario siguió pensando en positivo, incluso en la derrota. La jugadora española no estaba enfadada por haber perdido. O, si lo estaba, lo disimuló muy bien hasta que tuvo un pequeño incidente con un periodista que le preguntó si la distancia entre la 1ª (Seles) y la 5ª (Arantxa) del mundo era insalvable. "Esa pregunta me parece increíble. Sólo los periodistas españoles preguntan eso", dijo malhumorada. Su madre, Marisa Vicario, presente en al sala, corroboró las palabras de su hija. "Muy bien Arantxa", dijo. Para la joven, la final no había hecho más que confirmar su buen torneo: "Estoy muy orgullosa de cómo he jugado, y eso es lo importante".Para Arantxa, la derrota fue cuestión de centímetros: "He jugado con agresividad cuando era necesario, lo malo es que las bolas no han entrado por muy poco. Me faltó algo de suerte. Ella también jugó con mucha agresividad, pero tuvo la suerte de que sus bolas tocasen más líneas que las mías. He estado muy cerca de ganar y ella es la número uno. No puedo estar más que satisfecha. La he tenido en mis manos".
El incidente con el juez de silla, en el cuarto juego de la primera manga, también fue importante para Arantxa: "Bueno, era la cuarta bola dudosa y to das las cantaron contra mí. Todo fue muy rápido entonces y tardé dos juegos en volver a recuperar la concentración. Pero luego me olvidé del asunto".
Temblor de manos
Mónica Seles también le dio mucha importancia a ese último juego: "Si lo hubiera perdido, Arantxa habría recuperado todas sus opciones. Intenté decirme a mí misma que debía seguir muy concentrada, pero, cuando ella tuvo sus oportunidades, de romperme el servicio, reconozco que mis manos se pusieron a temblar. No podía permitir que me rompiese el servicio y jugué con mucha agresividad".
La campeona de Roland Garros se mostró como una joven muy charlatana. Se sentía tan cómoda después de haber ganado que no paraba de hablar. De hecho, en la tribuna de honor, cuando recibió el trofeo, comenzó a dar las gracias a la gente que la había ayudado y su discurso se alargó tanto que parte del público empezó a reir.
Seles, sin embargo, eludió pronunciarse sobre sus posibilidades de ganar este año el Grand Slam (los cuatro torneos grandes), tras haber vencido en los dos primeros, Australia y Roland Garros. "Yo creo que eso es imposible", dijo riéndose. "Todavía no controlo el juego de saque y volea necesario para ganar en Wimbledon", añadió Seles.
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