Una bomba destruye el chalé de un ex director de Instituciones Penitenciarias
Un artefacto explosivo destruyó prácticamente en la madrugada de ayer el chalé de Enrique Galavís Reyes, director general de Instituciones Penitenciarias con UCD entre octubre de 1979 y septiembre de 1982, en la madrileña localidad de Galapagar. Galavís, que en el momento de la explosión dormía en la casa, resultó ileso. El ex director de Instituciones Penitenciarias dijo ayer que desconocía "las causas de la explosión y los motivos" del atentado.
Eran aproximadamente las cinco y media de la madrugada cuando se produjo la explosión, que destruyó prácticamente el chalé, ubicado en la calle de Siete Fuentes, número 23, de la urbanización Las Cuestas, donde Galavís residía desde hace un año.El artefacto estaba compuesto por cuatro o cinco kilos de un explosivo que la Guardia Civil no ha logrado todavía identificar, según fuentes de la investigación citadas por la agencia Efe. La Guardia Civil sospecha que el atentado puede ser obra de los GRAPO, ya que un preso de esta organización murió durante una huelga de hambre hace diez años, cuando Galavís era director de Instituciones Penitenciarias, según las mismas fuentes.
Galavís, de 49 años y quien actualmente trabaja para una enmpresa de informática, se encontraba durmiendo en una habitación a menos de dos metros del lugar de la detonación. En ese también se encontraba en el interior una mujer cuya identidad no ha sido facilitada. Ambos resultaron ilesos.
Apuntalado
A las seis de la madrugada, cuatro dotaciones de la 112 Comandancia de la Guardia Civil se personaron en el lugar y precintaron las puertas de entrada, que en la tarde de ayer continuaban custodiadas por miembros del cuerpo. El chalé tuvo que ser apuntalado por el servicio de bomberos de la Comunidad de Madrid. El vehículo de Galavís, un Seat 132, matrícula M-9311-CV, en el que había llegado de Barcelona la noche anterior, quedó también totalmente destrozado.
Un equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil recogió muestras para analizar y determinar el tipo de explosivo y el sistema de detonación del artefacto. La única bombona de butano que había en el interior del inmueble fue examinada; estaba en perfectas condiciones y con la misma cantidad de gas que al parecer tenía anteriormente.
Según el guarda de la finca, Ángel Rodríguez, en la tarde del pasado jueves pasó por la puerta de la vivienda y no observó nada anormal. "En ella tan sólo se encontraba la mujer de la limpieza", añadió. El guarda agregó que Galavís había llegado de Barcelona esa misma noche.
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